SEGÚN la Ley de Murphy, "si algo puede salir mal, saldrá mal". Murphy era americano y trabajaba en experimentos de cohetes para el Ejército yanqui. Pero Murphy podría haber sido cadista. Perfectamente. Y haber sido socio esta temporada desastrosa, porque la temporada está siendo para enmarcar. Y el papel que se está realizando oscila entre el papel de estraza de hace algunas jornadas al papel higiénico del pasado domingo. Vaya manera de ensuciar el escudo y la historia de este club. Esto no se puede quedar así.

A grandes males, grandes remedios. Si los señores a los que se ha fichado para este equipo se la trae al fresco la historia y el escudo, vamos a darle amas de uno dos cartas de libertad, por si se le pierde una. Y que no aparezcan más por nuestro estadio. Aquí o se está o no se está. Medias tintas, las precisas y llevárselo calentito, menos todavía. Para hacer el ridículo de esta manera, manden a todos esos profesionales a la grada, señor Gaucci, y ponga al Cádiz B, que por lo menos la entrega estará asegurada. Y venga palabras y más palabras para quedar bien ante la gente. Y venga semanas y semanas y esto sigue igual. Y lo que es peor. Esto no va a cambiar como no haya un golpe de mano importante.

Yo no sé si es culpa del entrenador, de los jugadores, del que los ha fichado o de la cabra de la Legión, pero esto es vergonzoso. Monteagudo dice que si lloramos no salimos de esta situación. Pues a veces hay que llorar, aunque sea de rabia, de vergüenza torera y de impotencia, para salir de donde se está. Más vamos a llorar en la grada si se continua por este camino.

Y mientras, algunos jugadores aficionados a la noche y a las fiestas de Halloween. Es la única manera de justificar esta monstruosidad. A mí que un tío salga por la noche de vez en cuando no me parece mal, siempre y cuando el rendimiento sea bueno en el campo y la clasificación permita una canita al aire. Pero salir ahora, con el equipo como está, es de vergüenza. Esto se nos va de las manos, señores. Este no es el Cádiz al que amamos y queremos. Y como a perro flaco todo son pulgas, nos vamos a quedar sin ver el partido de hoy por televisión, que no olvidemos que se juega en Albacete, porque lo prohíbe ¡¡¡¡el Cádiz!!!!. Ole sus cojones. Que compren ya la carpa y los leones porque esto es un circo.

Pues saben que les digo, que en el fondo me alegro que no se vea el partido. Este no es el Cádiz al que quiero ver. Un equipo sin alma, arrastrándose por esos campos de Dios. Un equipo de gente sin ilusión y que no sabe a lo que juega. Pro primera vez en muchos años, este equipo está empezando a darle vergüenza a los cadistas. Ser cadista es un orgullo pero, precisamente por eso, este equipo no esta para ir a verlo. Ya está bien de pedir unión en los momentos malos. Este equipo está echando a la gente de Carranza, de su casa. Y solo este equipo puede volver a abrir las puertas para que la gente vuelva. Así no. De ustedes depende, caballeros. Avisen cuando quieran. Si es que quieren, claro.