En verano pasan algunas cosas raras. Normalmente, pueden achacarse al calor, pero este año no pueden buscarse excusas en el tiempo meteorológico. Ni en el levante, que tantas cabezas altera. Entonces ¿a qué achacar algunos fenómenos extraños? Como por ejemplo, que a alguien se le ocurra que es una buena idea presentar el Carnaval de Cádiz en Moscú. Pero a veces las ideas son tan geniales que no se comprenden hasta pasado el tiempo. Veremos en qué Carnaval toca recoger los frutos. Aún más extraño es que el Ayuntamiento se vea impulsado a responder a un colectivo llamado Bahía Felina, que denuncia que una colonia de gatos en los antiguos depósitos de tabacos lleva cinco días sin comer, y que la concejal del ramo lo haga contraponiendo este derecho gatuno al derecho a la salud de los trabajadores que allí trabajan. A ver si vuelve al calor y con él las locuras normales.

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