Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

La corredera

Antonio / Morillo / Crespo

La triaca magna electoral

OYENDO una magnífica conferencia sobre la Triaca Magna, me parecía ¡oh maldad de la imaginación! que era igual que la campaña electoral. La Triaca ya usada por los griegos, romanos, árabes y hasta el S. XIX primero como antídoto contra los venenos y luego como medicamento que lo curaba todo, desde un dolor de cabeza hasta la peste bubónica. Era un polifármaco con mas de 70 ingredientes, de origen vegetal, animal y mineral, desde opio, arcilla hasta carne de víbora, pasando por el ruibarbo, regaliz, testículos de castor, betún de Judea y plantas aromáticas como el benjuí. (Vayan observando vuestras mercedes las similitudes) y todos sus componentes convenientemente desecados, triturados y disueltos en trementina, vino y miel, a la que se le llamaba polvo de estrellas, porque caía por las noches enviada del cielo por los dioses, que las abejas eran incapaces de producir semejante manjar. Algunos productos habían de ser obtenidos de forma muy especial, como la víbora que no había de estar preñada y cazada yendo el boticario desnudo y de noche para que no le mordiera, o la captura del pobre castor para ser descojonado. La elaboración era mitad rito, mitad arte, porque su virtud no estaba sólo en su naturaleza, sino también en su carácter mágico y luego en la forma de como y donde se aplicaba la Triaca.

Fue el medicamento mas importante en muchísimo tiempo. Hoy se sabe que no servía para nada ¡ pero daba esperanza! Así que, pensaba yo, fuera la campaña electoral pues también tiene muchos ingredientes, tiene hasta magia y hasta su venenillo de serpiente, todo mezclado con la euforia del vino /orgía de los mítines y endulzado con la miel de las promesas y del triunfo. ¿ Sirve? Depende de cómo y donde se aplique. Pero sobre todo da esperanza y vida a la democracia, que lo más hermoso de un medicamento es la fe en la curación. De los boticarios de la política y a pesar de que alguno se crea enviado de los dioses y otros echen el opio de la verborrea, o el aroma de su benjuí ilusión o más testiculina que el castor, depende de que esta Triaca Magna sea una panacea o sólo un producto milagro. El conferenciante habló hasta de la Trifulca ( qué digo yo? ) de la Triaca en la Farmacopea catalana.

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