Las torrijas del señor Marín

Yo no sé si Ciudadanos conseguirá escaños, pero Juan Marín ya se ha procurado un futuro como repostero

En los medios de comunicación están preguntando quién fue el ganador del segundo debate en Canal Sur la noche del lunes. Hay división de opiniones. Según lo vi yo, hubo tres ganadores. Uno fue Canal Sur, ya que hasta Macarena Olona la de Vox se rindió a la evidencia y dijo que los profesionales de CS seguirían en sus puestos, aunque antes había dicho que cerrarían la televisión pública andaluza como primera medida si gobiernan. El segundo fue Juanma Moreno, que aguantó las embestidas por la derecha y por la izquierda, sin acabar en la enfermería. Pero creo que el gran vencedor fue Juan Marín, el más astuto de todos. Este debate pasará a la historia como el Debate de las Torrijas, gracias a su habilidad. Y yo no sé si seguirá en el Gobierno andaluz, o no, pero las torrijas de Casa Marín ya van camino de los altares gastronómicos.

Marín es sanluqueño. Sanlúcar de Barrameda ha sido nombrada Capital Española de la Gastronomía en 2022. En Casa Bigote y otros restaurantes de Bajo de Guía, los turistas y gastrónomos que acuden en peregrinación ya no sólo preguntarán por los langostinos y otros mariscos, por las acedías y otros pescados, sino también por las torrijas de Marín. El todavía vicepresidente de la Junta fue joyero antes que político, pero se ha dado cuenta de dónde está el futuro: quien tiene una docena de torrijas de las suyas tiene un tesoro.

Estaba Macarena Olona discutiendo con Teresa Rodríguez sobre las masturbaciones en los colegios y sobre las tanquetas de Sánchez que apaleaban a los trabajadores en la Bahía de Cádiz. Estaba poniéndose la cosa fea. La candidata de Vox criticó a Marín por hacer torrijas durante la pandemia, y entonces él dijo que le salen riquísimas y le preguntó: "Señora Olona, ¿usted sabe hacer torrijas?". Macarena, que estaba ofreciendo su mano como una señorita casquivana, no le respondió. Con lo cual quedó claro que ella no sabe hacer torrijas. Quizá porque las compra en la pastelería de La Mallorquina o en El Riojano, de Madrid, o en la pastelería Granada, de Salobreña. Pero no son comparables.

Yo les digo mi verdad: si el domingo le regalaran una torrija a cada votante, habría colas ante las urnas. La torrijada sería un pelotazo. Sería como la pestiñada que organizaba la peña Los Dedócratas en Cádiz. Y hay que dar un ole a los políticos listos. Yo no sé si Ciudadanos conseguirá escaños, pero Juan Marín ya se ha procurado un futuro como repostero. Después de la política hay vida. Y siempre nos quedarán sus torrijas. Marín se puede reconvertir en autónomo y montar una pastelería.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios