El tiro por la culata

La derecha extrema tiene estas partidas, los sutiles vericuetos de la política se les escapan

Peligroso: pienso que la moción de censura de Vox no iba contra Pedro Sánchez, Iglesias y el conglomerado "frankestein". Se pongan como se pongan iba contra Pablo Casado, que no lo nieguen porque no se lo cree nadie. Es lo que pienso. Y por pensarlo me he ganado lo mío, el totalitarismo está en los dos lados de la frontera. Las redes sociales están en pie de guerra. El relato es terrible. Del tipo Casado ha metido una puñalada por la espalda a Abascal. Lo más suave. Desde las trincheras de Vox la metralla es aterradora. No sólo la munición es metálica, también es de gases paralizantes, tóxicos en general. Lo más granado de esa artillería ya no es la "derechita cobarde" e incapaz de "defender" España, es que Pablo Casado se ha hecho de centro y quiere pactar con Pedro Sánchez. No se dan cuenta de que se disparan en el pie, Vox digo. Están tan furiosos, tan indignados, tan fuera de sí… Esperaban que Pablo Casado y el PP votara su moción de censura, en la que se propugnaba como presidente de gobierno de España el señor Abascal. El disparate era mayúsculo, pero como quiera que habían hecho posible los gobiernos autonómicos de Murcia, Andalucía y Madrid… La derecha extrema tiene estas partidas, los sutiles vericuetos de la política se les escapan. Lo de Andreotti es capital aquí: manca fineza. ¡Y tanto! Lo agreste campa por sus respetos en estas praderas. Así lo que dijo Abascal de la Unión Europea. Fueron muy bien ensamblados en el laboratorio de la Izquierda sus dislates. En verdad, como lo de Podemos cuando entonces. Se trataba en todos los casos de quitar fuerza al centro. Al centro derecha y al centro izquierda, el bipartidismo imperfecto que nos ha dado años de gloria y democracia. Así que ahora Sánchez se ve obligado a pactar con la centramina y Casado también. El centro se ha sustituido por la centramina. Y por esto todo está tan acelerado, el mayor disparate campa por su fuero. Sánchez mira para otro lado o dice que no tiene nada que ver, y Abascal se torna en Dios tronante a la búsqueda de todos los votos posibles. Con un ejército de ángeles al teclado. Claro, tenía este riesgo, el riesgo del tiro por la culata. La derechita cobarde ni es derechita ni es cobarde. No se le olvidará nunca, sobre todo tras comprobar lo que duele el bajunerío que no digo. Mientras tanto la pandemia, y los amigos que mueren de aquella manera en las UCI de España. No sé si era verdad lo de Sartre, que somos una pasión inútil.

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