¿Y si suspendieran el concurso?

Cuando lo aplazaron a primavera, la tasa de contagios era inferior que ahora y el número de muertos también

Al final resultará que el COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones carnavalescas) tiene la culpa de que hayan reconvertido el Carnaval de Cádiz en las Fiestas Típicas Gaditanas de 2022. Algunos dicen que hubiera sido imposible celebrarlo en estos días de enero. ¿Se imaginan ustedes el Gran Teatro Falla en las noches de Ómicron? Esos coros diezmados y reconvertidos en comparsas o chirigotas, por falta de componentes. Esas comparsas y chirigotas reconvertidas en cuartetos por falta de componentes. Esos cuartetos reconvertidos en romanceros por falta de componentes… Y el patio de butacas y el gallinero con media entrada, y el palco municipal, y… Bueno, no sigo. En estos días creo que hay algunos espectáculos. Aún quedan supervivientes.

Ya han convocado foros en febrero para tratar el futuro de las Fiestas Típicas de mayo y junio. Ya empieza a hablar la concejala Lola Cazalilla de recortar el concurso del COAC, de suprimir los cuartos de final (fue un invento para obtener más ingresos), de aligerar los repertorios y de tomar medidas para que en mayo las sesiones sean más cortas.

Algunos autores, como Tino Tovar, plantean la suspensión del concurso como una posibilidad a considerar. Si en mayo tampoco se cantará en las debidas condiciones, si los repertorios van a ser peores, si no se puede organizar como es costumbre, no sólo será un sucedáneo de Carnaval transformado en Fiestas Típicas, sino también un sucedáneo de concurso. No tendrá el impacto deseable en televisión, coincidirá con otras fiestas andaluzas (como ferias, los patios de Córdoba y el Rocío), por lo que se asume un riesgo, y no es fácil vender ese oso antes de cazarlo, no vaya a ocurrir que se averíe en otra cabalgata.

La decisión es peliaguda. Porque desde febrero a mayo hay tres meses de diferencia, los mismos que había en otoño cuando aplazaron el concurso del COAC. Y ahora ni siquiera el pitoniso Kichi sabe cómo estaremos en mayo. En teoría, bastante mejor. Pero, cuando lo aplazaron a primavera, la tasa de contagios era inferior que ahora y el número de muertos también. Así, pues, si la salud es lo primero, como dijeron, no les va a quedar otra opción que suspenderlo. Si son coherentes con lo que decidieron el pasado otoño.

¿Y qué pasaría si se suspende ya el COAC de 2022? Habría más tiempo para preparar el concurso de 2023. Pero yo digo lo que dije entonces: no se puede garantizar lo que va a ocurrir en esta pandemia con tres meses de antelación. Hay que tener paciencia, coherencia y respeto a las esencias. Vale para el Carnaval y también para la Semana Santa.

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