ESTÁ por llegar la hora en la que le dediquen un Día Internacional al hombre, heterosexual, con buena salud y ninguna enfermedad rara ni discapacidad de las que se entienden como tales, que no ha faltado nunca al trabajo pero aun así le han recortado el sueldo, dependiente de una nómina y por lo tanto contribuyente neto sin capacidad de eludir al fisco de ninguna forma, sin ganas incluso de hacerlo porque piensa que es de justicia que todos paguen los impuestos que le corresponden, aunque no milita en ningún partido político pero sí está afiliado a un sindicato, que se preocupa por la educación y la felicidad de sus hijos, que muchos consideran un personaje sin brillo pero hace posible que muchos cobren sus pensiones o tengan a tiempo la subvención o no le falte la inyección o el comprimido. ¡Si hasta el Soldado Desconocido tiene un monumento en cualquier capital que se precie, hombre!