El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Realpolitik

Pablo Bujalance

Las señoras primero

EN el fabuloso cómic de Goscinny y Uderzo Astérix en Córcega, los corsos del siglo I a. C. escogían a sus gobernantes mediante un curioso sistema democrático. Primero, se procedía a una votación en las urnas, en las que los electores depositaban las papeletas con los nombres de sus candidatos. Después, una vez que las urnas estaban llenas, se arrojaban al mar. Y, por último, se elegía al jefe en cuestión en un combate a navajazos. El sufragio, eso sí, no era universal: las mujeres esperaban en sus casas a que sus maridos resolvieran sus cosas y regresaran a cenar, si es que regresaban. Veinte siglos después, Victoria Kent pedía tiempo para que se aplicara el sufragio femenino, temerosa de que las mujeres votasen lo que les recomendaban sus confesores; pero, a decir verdad, si por ello fuera la restricción del voto no debería establecerse a tenor del género; y sí, ya hablo del presente, donde la emancipación y la autonomía de los espíritus y las voluntades sigue siendo una quimera, por más que ahora cada cual pueda sentirse un estadista a base de Twitter. La disciplina de partido va más allá del Hemiciclo. Y aquí sí que no hay distinción entre varones y mujeres.

Pero ayer fue el Día Internacional de la Mujer, y tocaba a los candidatos ponerse cándidos y demagogos. Sensibilidad hubo mucha, a raudales. Promesas, unas cuantas. Medidas y soluciones reales para terminar con la desigualdad, más bien pocas. Claro que si Susana Díaz se pone por montera su empeño en ser la primera presidenta andaluza escogida en las urnas, pues tendrá que ganárselo: también se lo pudo haber propuesto mucho antes. Eso sí, no todo el mundo parece tan sensible. En las redes ha circulado recientemente un feo montaje visual con el sello de Podemos en el que aparece la misma Susana Díaz vejada hasta lo intolerable. Y Vox ha acuñado el lema electoral Métesela doblada. Se refieren a la papeleta. Ah, bueno. Por machos, que no quede. Viva España, y las señoras primero.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios