En los últimos días de la semana pasada no hacían más que llegar supuestas encuestas de urgencia (eso que los finos llaman "tracking", ya se sabe que el inglés tiene mucho glamour) donde las derechas sacaban 200 diputados, Vox llegaba lo menos a 70 diputados y Pedro Sánchez se estrellaba. La frutería andorrana, el tipo que clavó el resultado de las elecciones andaluzas, Narciso Michavilla y otros augures por el estilo hacían pronósticos de todo tipo que coincidían siempre en un ascenso imparable de las escuadras de Abascal lo que nos traería de nuevo los brindis del alférez no sé qué de los Tercios Españoles en el Royalty. Al final ya vieron ustedes en qué quedó la cosa. Hasta en la ciudad de Cádiz los dos partidos de la izquierda sumaron más que los tres de la derecha con lo que el brindis del Royalty va a tener que quedar en unos picatostes con chocolate, especialidad de la casa, para lo que no hace falta ponerse frac ni medallas ni ser consultor de ninguna pamplina de la calle Zorrilla. El resultado electoral trajo consigo el cuñado que ya sabía lo que iba a ocurrir, el compañero de trabajo que lo había dicho todo con antelación, el vecino que clavó los resultados. El "yo ya lo dije". Una plaga de yoyaísmo como nunca se había visto en España. De la noche a la mañana aparecieron los profetas del pasado, los que predicen como nadie lo que ya ha ocurrido. En España somos especialistas en poner banderillas a toro pasao y lanzadas a moro muerto , si se me permiten estas expresiones propias de esas ancestrales tradiciones patrias que tanto reclaman los puretas de Vox, confieso llevar en mi conciencia la rémora de la educación franquista.

En España hay un personaje que siempre acierta, el que sabía que esta temporada el Madrid no iba a hacer nada, el que dijo que Messi iba a eliminar al Liverpool, el que sabía que Pina y Vizcaíno se iban a pelear. Nada dirán ahora con claridad de cómo va a quedar la corporación municipal tras el 26 de mayo pero el 27 volverá con el yo ya lo dije tan hispánico, tan gaditano, más tradicional que Abascal a caballo reconquistando España , Ortega Smith poniendo un campamento base o el trío pepero del funeral genovés recibiendo el pésame de la parroquia hace una semana. Basta con pronosticar miles de calamidades sin cuento para que cuando se acierta una decir: yo ya lo dije. Es algo así como la versión poselectoral de Los Enteraos , hoy hay viento del sur, con el periódico bajo el brazo y la mascota ladeá.

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