Tribuna libre

Javier / Anso / Director De San / Felipe Neri

¿Por qué seguimos insistiendo?

EN los últimos días el colegio San Felipe Neri ha sido noticia en relación a la petición de concierto para una cuarta línea en Infantil. Por la prensa nos hemos enterado de que el tema llegará al Parlamento Andaluz. Agradecemos a las personas, medios, e instituciones que se han interesado por nosotros porque creemos que a la educación le viene bien que se hable de ella. Nosotros no hemos planteado el tema fuera del ámbito educativo. Hemos explicado nuestras razones al delegado provincial de Educación y queremos hacerlo en la Consejería de Educación. Este escrito las presenta ahora a la opinión pública.

Antes de seguir, quiero expresar mi admiración y agradecimiento a los padres y madres que han ejercido de modo democráticamente impecable su derecho a elegir la educación que desean para sus hijos; y que han optado por este centro. Ayer, los trabajadores; hoy, los padres y madres de diversos centros públicos y privados de Cádiz hacen oír su voz. Así se fortalece la democracia: no basta con votar. Nuestros gobernantes nos deben gobernar, pero no deben hacerlo "solos": en democracia los ciudadanos siempre tenemos algo que decir.

Volviendo al San Felipe Neri, ¿por qué seguimos insistiendo en nuestra petición?: porque creemos que la Administración comprenderá nuestras razones, y verá que esa nueva aula concertada es algo bueno no sólo para nuestro colegio sino para la educación en Cádiz, de la misma manera que mejorar un colegio público, por ejemplo, no es sólo bueno para ese centro sino también para la educación en Cádiz.

La anterior afirmación y nuestra petición sólo pueden entenderse a la luz de la historia educativa de Cádiz. Una historia anclada en los corazones de los gaditanos de todos los barrios y de toda condición social. Una historia imposible de ignorar, y que no empieza con nosotros. ¿Se puede concebir el barrio de La Viña sin el colegio de la Salle; el Pópulo, sin el de San Martín-Pío XII; Santa María sin Mirandilla o el Campo del Sur; Cádiz sin Santa Teresa, San Felipe (antes, San Felipe Neri), Carmelitas, Celestino Mutis, Torre Tavira o el Rosario; Extramuros sin el Columela, Cortadura o el Andalucía; Marconi sin Amor de Dios, o Puntales sin Nuestra Señora de Lourdes? ¿Y la Avenida, sin Reyes Católicos, San José, San Ignacio o María Auxiliadora? Esos colegios públicos y privados y otros muchos -como San Felipe Neri- que por falta de espacio no cito, son la historia de los gaditanos y gaditanas; y sólo sobre esa historia pueden asentarse el presente y el futuro.

Esos colegios no estorbaron ayer, ni estorban hoy, ni estorbarán mañana, a la educación en nuestra ciudad. Al revés: Cádiz necesita un sistema educativo que prepare cada vez mejor a sus hijos e hijas como ciudadanos y ciudadanas, como profesionales. La actual falta de motivación y el desinterés en el estudio y en la vida; el escaso sentido del esfuerzo; la falta de constancia, de exigencia personal y de deseo de hacer las cosas bien son, entre otros, los grandes desafíos que tienen la educación y la sociedad en Cádiz, y que preocupan a familias y docentes de centros públicos y de privados, sin distinción. ¡Esos, y no otros, son nuestros verdaderos problemas!

La educación en Cádiz necesita que los centros actualmente existentes consoliden su estructura y mejoren su trabajo. Necesita, también, que se abran nuevos centros o se amplíen los ya existentes cuando, por ejemplo en torno al futuro nuevo hospital o en otras zonas urbanas, haya que ofertar más puestos escolares. Si ayer las escuelas que se abrían eran privadas, lo previsible es que las nuevas que lo hagan sean públicas. ¡Bienvenidas las de entonces, y bienvenidas las de ahora! Que nadie piense que la enseñanza concertada quiere crecer a costa de la pública; ni vea en el decaimiento de la concertada la panacea universal. La realidad es que la mayor parte de los centros públicos y concertados, ni pueden, ni quieren crecer más. San Felipe Neri, por ejemplo, no aceptaría "ni regalada" una quinta línea: ni tenemos espacio, ni podríamos atender bien a tantos alumnos. Si hoy pedimos el concierto de una cuarta línea, ya autorizada y construida, es porque tanto física como pedagógicamente podemos asumirla con plena responsabilidad ante los padres, las autoridades, y la sociedad; pero no queremos ir más allá.

Solamente con colegios bien organizados y que trabajen bien podrá mejorar la educación en Cádiz. San Felipe Neri, que lleva tiempo colaborando en esa tarea ciudadana y quiere seguir haciéndolo, cree que esa cuarta línea concertada le permitirá hacerlo mejor al dar más unidad y estabilidad al colegio y a sus trabajadores. Y queremos hacerlo como centro concertado para que pueda venir aquí cualquier gaditano; y no como colegio privado para que vengan a él solo quien pueda pagarlo.

El mapa educativo de Cádiz necesita la reflexión y el diálogo de todos: autoridades, educadores, familias, alumnos, organizaciones sociales.

En ese mapa la escuela pública tendrá una voz potente y de calidad, lo que nos alegra a todos porque esa voz es necesaria; pero ese mapa necesita también la voz potente y de calidad de la escuela concertada. Debatir sobre ese mapa es urgente. Es una necesidad social. Hoy hay más crispación que reflexión en torno al tema. ¿A quién beneficia eso? No a la educación, desde luego. Por eso, y no sólo por un aula, seguimos insistiendo.

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