JUAN Manuel Arenas Ricart es rotario desde que nació, aunque su incorporación oficial a Rotary fuese en febrero de 2002. Fue entonces cuando un amigo le dijo: "Oye, Juanma, tienes que venir al club rotario". Antes de hacerlo, Juan Manuel preguntó a otro de sus amigos: "Paco, ¿tú sabes qué es eso de Rotary? Paco Costa -actual vicegobernador rotario de la zona de Murcia-, respondió: "Espera, que me voy a enterar". Al poco tiempo, Paco venía con su respuesta: "Juanma, Rotary es el pasaporte para la honorabilidad y el prestigio en tu ciudad, apúntate y, luego, me apuntas a mí. Están por todo el mundo, son gente muy interesante".

A los tres años, Juan Manuel era presidente de su Club -lo sería en otras dos ocasiones más-, fue también tres veces vicegobernador y, ahora, culminando su fulgurante carrera rotaria, este prestigioso ginecólogo, siente con orgullo, íntimo y sincero, el cargo que ostenta: Gobernador del Distrito Rotario 2203.

Sólo hay una razón por la que Juan Manuel dejaría de ser rotario…, ¡la muerte!, es lo que él siente, y él dice lo que siente. Así de contundente, así de explícito, así de sustancial.

Considera, asimismo, que la piedra angular de Rotary es la amistad, pero no la antepone a la ética porque, sin ella, Rotary no tendría razón de ser.

Tengo interés en saber cuál pudo ser su "momento rotario", es decir, una vivencia que haya marcado de modo profundo y permanente su sentir en el Club. A Juan Manuel se le humedecen los ojos y, con la voz entrecortada, me lo aclara: "Fue en la clausura de la asamblea Distrital de Melilla, en marzo de 2003. Yoya, mi esposa, cerró la asamblea explicando cuál era mi sentimiento rotario. El momento rotario de mi mujer, fue mi "momento rotario", pero no me hagas hablar mucho de esto porque me emociono…

Conforme vamos hablando, ahondamos en los fundamentos de Rotary, en sus comienzos, en su filosofía primera. Paul Harris -fundador de Rotary- me dice Juan Manuel, fue un aventurero genial, un filósofo, un ideólogo de las relaciones humanas. Fue alguien que se adelantó a su tiempo en muchos aspectos. Hace 90 años ya intuyó, por ejemplo, la importancia de la ecología en nuestro Planeta, hoy parece obvio, entonces no lo era tanto. El afán del fundador por instaurar la preponderancia de la ética y por buscar la paz hicieron posible que hoy los millones de socios de Rotary estemos empeñados en conseguir que este mundo sea un lugar mejor en el que, nosotros y los que nos sucedan, podamos vivir en la armonía que sólo la moralidad imbuye a la sociedad.

Debemos retomar, con más fuerza, el compromiso con la sociedad civil, como hacía Paul Harris. Por supuesto, hay que mantener las actividades humanitarias, pero "vacunar" no es un objetivo; ayuda a conseguirlo, pero no lo es.

Abundando en el pensamiento del fundador, el Gobernador tiene el firme convencimiento de que "contar con un Club Rotary es un privilegio para una comunidad". Juan Manuel Arenas es, como he escrito, un rotario de corazón, lleva el sentir de Rotary en su ADN y lo tiene muy claro: "Rotary no es para todos, sólo para los mejores". Su actitud es coherente con su sentimiento, de ahí que utilice la "Regla Cuádruple" antes de elegir una, entre las opciones que se nos presentan a lo largo de nuestra vida.

Esta norma, fundamental en el espíritu rotario, nos dice que antes de tomar una decisión hemos de plantearnos cuatro preguntas: ¿es la verdad?, ¿será beneficioso para las personas implicadas?, ¿es equitativo?, ¿crea amistad? De las respuestas a estas cuestiones, deberá depender la elección de un rotario.

El Gobernador se marchó de Jerez, camino de Melilla, tan satisfecho de la perfecta organización del Club jerezano -con nuestro Macero Pedro Ruiz como máximo responsable de la misma-, que eligió nuestra ciudad para la celebración, el próximo enero, del importante Seminario de Formación sobre el Plan Estratégico de la Visión Futura de Rotary Internacional. Gracias, Juan.

Juan Manuel Arenas Ricart, la persona, dejó Jerez, agradecido, y habiéndonos enseñado algo, muy importante, que él aprendió hace tiempo: el camino a seguir para ser mejores rotarios, o lo que es lo mismo: las pautas para conseguir ser, sobre todo, humanos.