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Editorial

Los retos de la educación andaluza

MÁS de un millón seiscientos mil niños y jóvenes andaluces inician en los próximos días el curso escolar en las enseñanzas no universitarias, atendidos por 118.000 profesores en 4.689 centros públicos, concertados y privados. Lo hacen en una situación crítica en la que la cobertura de medios materiales, buena en general, no se corresponde con las altas tasas de abandono y fracaso escolar. La consejera de Educación, Mar Moreno, anunció ayer la distribución gratuita de ordenadores a todos los alumnos de quinto y sexto cursos de Primaria, en el camino hacia la digitalización del sistema de enseñanza. Fue menos concreta en lo que se refiere a los contenidos y métodos educativos, precisamente donde se registran las mayores deficiencias, constatadas año tras año sin que los anteriores responsables de Educación se hayan dado por aludidos. Moreno ha cambiado, ciertamente, la "letra" del discurso dominante: ha hablado de potenciar la lectura en las aulas y establecer cursos-puente para los estudiantes que se arrepienten de haber dejado sus estudios prematuramente, ha defendido los valores que los sectores más responsables del profesorado vienen propugnando como esenciales en la escuela (responsabilidad, esfuerzo, respeto) y se ha comprometido, en expresión más bien desafortunada, a "poner de moda los deberes". A la espera de que se concreten estos objetivos genéricos, la OCDE vino una vez más a dibujar el panorama real al que nos enfrentamos: su informe de 2007 indica que en porcentaje de ciudadanos con estudios superiores España se sitúa algo por encima de la media de los países miembros, pero en abandono escolar (no prolongar los estudios más allá de la educación obligatoria) seguimos en cabeza, solamente superados por México y Portugal. Dentro de España, Andalucía, según el informe PISAde 2006, está a la cola de los indicadores más representativos, los que se refieren al abandono y también al fracaso escolar. La consejera de Educación tiene ante sí un reto trascendental. No sólo ella: Andalucía misma lo tiene, si quiere de verdad revertir una situación insostenible.

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