Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

El rebaño trimilenario

El alcalde cadista, comparsista y penitente del Nazareno podría ser el primero en vacunarse. Luego la concejala del ramo

Espero que la Junta Local de Cofradías imite a la de Sevilla con la suspensión de sus salidas procesionales aunque le saquen al Ayuntamiento unos miles de euros del erario como ya ocurriera el año pasado, una subvención para procesiones sin procesiones, paradoja gaditana. Otra posibilidad es que el Gobierno del Cambio altere el orden de vacunación y ponga primero a cofrades, acólitos, miembros de las bandas de música, penitentes , aguaores, capataces , contracapataces y cargadores. Digo más: podíamos incluir en el lote a la otra pata del Cádiz profundo: autores, intérpretes, punteaos, bombistas, cajillas, octavillas, tenores, segundas, bajos, bandurrias, laudes, directores , figurantes , incluidos en el grupo todos los que entran de gañote o por trabajo en el Falla :antifaces, periodistas(verdaderos e intrusos), tramoyistas, acomodadores , camarógrafos, fotógrafos de todo tipo, sonidistas, técnicos , jurados de los miles de concursos , hasta miembros del extinto patronato como homenaje póstumo. Ya nos liamos la manta a la cabeza e incluimos a los cadistas, en el lote podemos aceptar a los neocadistas, a todos estos de nueva ola que han surgido de debajo de las quince piedras de La Caleta. Como hay mucho casticismo suelto, para esos que han dado en llamar "gaditas" igual se podría hacer un carnet oficial de trimilenaristas acérrimos que hayan sido vacunados y puedan participar en todos los eventos de la teórica esencia de la ciudad versión siglo XXI. Como ninguno va a mostrar interés por ir al teatro , al cine o a conferencias, estos eventos tendrían el mismo tratamiento que en la actualidad. Los trimilenaristas podrían llevar un distintivo que les señalase su condición de gaditanos de pura cepa, como decía George Brassens "qué bonitos esos pueblitos, su defecto es que están habitados". El resto del personal, el mundo asocial, sieso, malage, esaborío o miedoso, permaneceríamos fuera aunque la ciudad no alcanzase eso que llaman "inmunidad de rebaño", volviendo a Brassens "yo no pienso hacer ningún daño, queriendo vivir fuera del rebaño". Para dar ejemplo el alcalde cadista, comparsista y penitente del Nazareno podría ser el primero en vacunarse para colocarse el distintivo que le acredita como inmune a la plaga, un Hércules color verde SAS, por sugerir algo. Luego la concejala del ramo con su pariente que es del gremio, después los dirigentes de las peñas, cofradías y las múltiples entidades de carnavaleros, luego se procedería a inyectar los viales correspondientes en el Falla, el Carranza o como se llame y la Catedral eso que los finos llaman ahora Seo. Qué feliz 2021 con Cádiz vuelta a su esencia.

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