Hay que ver lo que ha cambiando Manila en estos últimos cinco años más una semana! Es el tiempo que lleva esta pluma estilográfica apuntando hacia la Bahía de Cádiz. La frase tópica "¡ya ha llovido!" aquí no sirve de nada porque todos los días llueve, y con generosidad. Equivale a decir: "¡Cinco años! ¡Ya ha saltado el levante!" Pues claro, ayer mismo...

El 2 de septiembre de 2010 el puente ya tenía la misma capacidad de colarse en la portada de este diario que hoy aún conserva. Hace cinco años y hace unos días hubo en La Caleta el Entierro de la Caballa y hubo en el estadio Ramón de Carranza el Trofeo con la mitad del cartel repetido, esto es Cádiz y Atlético de Madrid contando con la participación de Sevilla y Español en 2010, Betis y Granada en 2015. Eso sí, antaño, ayer y hoy el equipo anfitrión sigue haciendo giras por esos campos perdidos de la Segunda B.

Si hay cosas que medio evolucionan, hay otras que parecen más asentadas en la ciudad que las piedras de La Caleta. En septiembre de 2010, 14.649 personas demandaban un trabajo en la ciudad. En julio de este año eran 15.828, de modo que, aunque agosto haya corregido este número, hay problemas sin solución de la misma forma que hay soluciones para las que aún no se ha formulado su respectivo problema. ¿Para qué, si no, se vota en Cataluña dentro de unas semanas?

La Expo que un día estuvo en Sevilla, hace cinco años estaba en Shangai y hoy apura sus fuegos de artificio en Milán. Fue la primera argumentación de esta serie de misivas que hoy están de cumpleaños. Aquí, en Manila, han puesto todo patas arriba aunque les voy a ahorrar la lista de obras y de centros comerciales que se han abierto durante este lustro.

Al final, como les ocurre a las personas, lo esencial no hay quién lo modifique. El aire sigue igual de sucio. Si llueve, no se limpia, pero mi calle se sigue inundando. Sospecho que Cádiz, Manila... tienen demasiados años como para perder defectos de la noche a la mañana.