Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Todo queda en moncloa

Sánchez defiende la Monarquía ante los ataques de su vicepresidente segundo. Todo queda en casa

Un presidente del Gobierno que lo es gracias a los apoyos de los independentistas y de la izquierda populista, pero pertenece a un partido constitucionalista, lógicamente tiene problemas. Si además ha pagado el apoyo de los populistas metiéndolos en el Gobierno, sus problemas serán mayores. Y los problemas de un presidente suelen afectar a la nación. Es decir, a nosotros.

Precisando más. Si este presidente pertenece al constitucionalista Partido Socialista Obrero Español, de ideología y tradición republicana pero sin ningún problema para asumir la Monarquía parlamentaria, pero tiene en su Gobierno un vicepresidente segundo y ministros populistas de extrema izquierda que sueñan con liquidar el régimen del 78, lo que implica acabar también con la Constitución de dicho año y la Monarquía parlamentaria, su situación es, cuando menos, ambigua.

Se ha acusado desde la izquierda al PP de pactar con la derecha populista de Vox para alcanzar alcaldías o presidencias de autonomías. Sin embargo, ese apoyo no se ha traducido en cargos. En cambio, el PSOE de Sánchez -que ultima lo iniciado por Zapatero: la liquidación del partido surgido del XXVI Congreso del 74 y del Congreso Extraordinario de septiembre del 79- ha metido a Unidas Podemos en el Gobierno de España, al que nunca habría podido acceder con sus solas fuerzas. Pese a que la izquierda socialdemócrata que representa (o representaba hasta Zapatero y Sánchez), el PSOE tiene tan poco que ver con la fusión entre populismo y comunismo que representa Unidas Podemos (Izquierda Unida [PCE] + Podemos) como el PP con Vox.

Si Casado hubiera sido presidente del Gobierno al precio de formarlo con Vox, dándole ministerios y nombrando a Abascal vicepresidente segundo, el ruido del chirriar de dientes progresistas y el rasgarse de vestiduras democráticas habría sido ensordecedor y el PP acusado de servir de puente para la llegada al poder de la extrema derecha. Esto es lo que ha hecho Sánchez -Moncloa bien vale un Iglesias- colocándose en una posición no exenta de inestabilidad y tensiones, pero también con ventajas: a la vez que se presenta como el artífice de la primera coalición de izquierdas, los berreos populistas de Unidas Podemos le hacen parecer centrado. Véase su defensa de la Monarquía constitucional ante los ataques de su vicepresidente segundo (todo queda en casa… o en Moncloa) tras la tocata y fuga del emérito.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios