EL robo de 300 kilos de cocaína del depósito oficial de la droga incautada en Cádiz ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de adoptar medidas urgentes en el actual sistema de vigilancia y custodia de estupefacientes intervenidos en las diferentes operaciones que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad. No es la primera vez que se produce un suceso de este tipo. En 2008, en Sevilla, fueron robados 154 kilos de cocaína y heroína que estaban depositados en la Jefatura Superior de Policía y este mismo año desaparecieron 30 kilos de cocaína de las dependencias del Instituto de Toxicología. En Málaga, el año pasado, desaparecieron 300 kilos de distintos tipos de estupefacientes de los depósitos de Sanidad Exterior. Queda claro que estamos ante un grave problema que exige soluciones contundentes e inmediatas, además de una profunda investigación que conduzca a la detención de los autores de esos robos y a la depuración de las responsabilidades de todo tipo. El ministro de Interior, Jorge Fernández, se apresuró a anunciar tras el robo en Cádiz la firma de un acuerdo marco entre diferentes organismos e instituciones para la destrucción de la droga intervenida sin tener que esperar a la celebración de juicio, lo que hasta ahora obliga a su envío a los diferentes depósitos. Mucho ha tardado en reaccionar el Ministerio, pues era un clamor no sólo ciudadano, sino de los propios cuerpos de seguridad del Estado, que ingentes cantidades de droga no podían permanecer meses y años en lugares que, como se ha visto en estos casos citados, no reúnen las condiciones idóneas de seguridad. El Sindicato Unificado de Policía ha recordado las muchas ocasiones en las que había denunciado las deficientes medidas de seguridad que existían en el depósito de Cádiz, dependiente de la Subdelegación del Gobierno, e incluso había advertido que cualquier día podía producirse un robo. El acuerdo marco ha de funcionar inmediatamente, la depuración de responsabilidades por lo ocurrido debe ser ejemplar y la investigación que conlleve a la detención de los autores de estos robos tiene que agilizarse al máximo.