Sin proyectos para Cádiz

Ha creado otra versión de la lucha de clases: desde Marx era entre pobres y ricos, y en Cádiz es entre flacos y gordos

En la ciudad de Cádiz, desde que comenzó la desescalada de la pandemia con el mando único y la cogobernanza, se oye hablar a nuestro alcalde Kichi de asuntos tan interesantes como los siguientes: si le cambia el nombre al estadio y le quita alguna avenida a la monarquía; si la playa se abría este lunes o lo adelantaba al viernes; si elogia a los gordos (y supongo que a las gordas) y por qué será; si debéis comprar en una tienda local o multinacional... Todo ello mientras hay negocios que siguen cerrados, pequeños empresarios y autónomos al borde de la ruina, trabajadores que sabe Dios cuándo volverán a trabajar (si no los contrata la Junta para vigilar las playas), y muchas dudas sobre el futuro. ¿Qué proyectos defienden para su ciudad? Unos esperan las subvenciones que lleguen y otros las limosnas del ingreso mínimo.

Pero la culpa no es sólo de Kichi. En 2019, la mayoría simple de los gaditanos lo volvieron a votar para que siguiera, y como le faltaba un poco, se lo concedió el PSOE; mientras que ahora su portavoz, Mara Rodríguez, critica que la gestión es "caótica". Pues no haberse sumado al caos. O restarlo, que todavía estáis a tiempo. Sin embargo, se conforman con una de las costumbres predilectas de muchos gaditanos: quejarse, echar las culpas a otros, y seguir igual.

Así se queda la ciudad, pendiente de las ocurrencias que el alcalde suelta en las redes sociales para distraerse. Incluso ha creado una nueva versión de la lucha de clases: desde Marx se hacía entre pobres y ricos, mientras que en Cádiz ya es entre flacos y gordos. Además, ha confirmado que no se presentará a las próximas elecciones, lo cual ya se sabía, porque lo ha repetido varias veces, y se le nota demasiado. Su Alcaldía se ha convertido en un tostón.

Yo creo que si le plantean una moción de censura, él mismo la votaría, pero no se la van a presentar. ¿Para qué? Y no se sabe si su partido podemita sigue siendo su partido, o ahora es independiente salvocheísta, o de qué van. Primero no querían que Pablo Iglesias entrara en ese Gobierno de la casta, y ahora lo apoyan con todas sus castas, de las que ya forman parte Pepe Montilla y Pepiño Blanco, entre otras viejas glorias del PSOE con buen sueldo. Unos van dando el cante y otros de palmeros. Así está la fiesta.

A la espera de que en Bruselas suelten las subvenciones, ¿qué proyectos hay en Cádiz? Se diría que ninguno, pero en realidad todavía queda uno: sobrevivir. A eso se dedican. Pronto volverá el fútbol, y ya nos podemos bañar en las playas. Aunque habrá vigilancia y sin enjuagarnos los pies.

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