EL pasado jueves el núcleo duro de Pepe Loaiza estaba pletórico, había logrado finalmente desbloquear con Defensa las cautelas de la Armada sobre los terrenos de Fábrica San Carlos... y la zona de los antiguos polvorines de Fadricas. La buena noticia era para Unicaja, fundamentalmente, o como se llame ahora el invento, pero esta gente está convencida de que no va a perjudicar a la ciudad este "logro", que dotará de viviendas esa zona isleña que ahora es la imagen del abandono: Unos cientos de viviendas sobre el suelo en donde se ganaban honradamente el pan varios miles de trabajadores en una fábrica emblemática.

Sin embargo, la coincidencia de la "buena" nueva con el rebrote de todo lo relacionado con el robo de la Caja Municipal (¿debemos decir "presunto robo"?), aguó el vino de esa alegría. Es el verdadero problema que afecta de un modo decisivo al gobierno de Loaiza, la gestión de este desastre. Porque tiene en el interior de su gobierno al anterior alcalde, alcalde de los últimoS seis años de la ciudad, años cruciales en la desaparición del dinero. Y no sólo lo tiene en su interior, es decisivo su voto para mantener al gobierno del Partido Popular. Ha sido el error de Fernando López Gil y los socialistas, que creyeron que, tras el pacto de Griñán con los postcomunistas en Andalucía y la constitución de un gobierno PSOE-IU, San Fernando caería como una ficha de dominó en el tablero de las alianzas. Pero la que ha caído, estrepitosamente y con lágrimas, ha sido Pilar González, la líder del PA, que incluso ha abandonado ya el partido que dirigía, o lo que queda de él... Y ha sido ¡De Bernardo! el elegido para dirigir la gestora, o como se llame el invento, hasta la celebración de un congreso, otro, de este nacionalismo cainita. Sí, Manuel De Bernardo, que era la conditio sine qua non de los socialistas para la moción de cCensura, la coartada perfecta para hacerse con los "otros" del PA y el concejal de IU con la Alcaldía de San Fernando.

Hasta el rabo todo es toro, una vez más. Digo que si no hay inhabilitación, a la vista de lo visto, el alcalde del robo de la Caja municipal mantendrá su acta de concejal, condicionará el gobierno de Loaiza y hundirá el Titanic de muchas esperanzas de muchos isleños. Por eso pienso que Loaiza tiene un problema grave con la gestión de este desastre. Que le ha hecho lanzar al aire, como una moneda de oro, la obviedad de comprometerse a informar a la ¡junta de portavoces! de las noticias que obtenga el Gobierno sobre este robo... Cuando lo que tendría que hacer es convocar ruedas de prensa periódicas para informar a ¡los ciudadanos! de todo lo que vaya sabiéndose toda vez que el robo nos lo han hecho a nosotros, ¡que el dinero robado es nuestro dinero!

La ciudad tendrá que ir al psiquiatra si siguen los desatinos y este galimatías incomprensible sobre algo verdaderamente increíble: que durante años han robado la Caja Municipal sin que nadie se diera cuenta, ¡nadie! Y que, una vez descubierto este lamentable suceso, nadie, ¡nadie!, sea responsable, ni penal, ni administrativa, ni políticamente. Hay dos imputados desde hace tres años que protestan de su inocencia. Del dinero nada se sabe, nada. Y un pacto por el poder nos tiene en este estado de cosas.

Pues nada, usted mismo.