Google organiza un campamento de famosos para discutir sobre ecología. Acuden Katy Perry, Leonardo di Caprio, Orlando Bloom, Harry Styles, Priyanca Chopra (sea quien sea), Tom Cruise, Mark Zuckerberg, Naomi Campbell y el príncipe Harry, entre otros. Les canta Rosalía. El evento tiene un interés que supera -contra las apariencias- el de las revistas de cotilleos.

Google se gasta 20 millones de euros. Si lo hiciese la Iglesia Católica (para otra cosa) se hablaría enseguida de la cantidad de comidas que podrían darse en el Tercer Mundo o cuántas escuelas que se podrían erigir. Google tiene bula, lo que ya es un primer dato curioso.

Un segundo dato: la reunión es en Selinunte, en Sicilia, un antiguo asentamiento griego y uno de los mayores parques arqueológicos de toda Europa. Tiene hasta su templo de Hera. Yo soy muy partidario de Sicilia, así que les alabo el gusto. Y observo que estos forjadores del futuro saben escoger lugares consagrados por la leyenda, la tradición y la historia. Mucho empeñarse en que los demás vivamos en su utopía, pero ellos bien que escogen las nobles ruinas.

Van en sus súper jets privados, enchufándole al planeta unos 100.000 kilos de dióxido de carbono, aunque por una buena causa. Luego, según informa El País: "Google corre con la estancia en el Verdura Resort [naturalmente green], un complejo hotelero […] cuyos precios superan este mes los 900 euros la noche en su habitación más barata y los 2.000 en la más cara. Algunos se alojan en sus propios yates, que fondean en la zona".

Uno se pregunta si con un cuarto de ese dinero no se podría organizar un congreso serio y, sobre todo, científico sobre ecología. ¿No desprestigia el tema tanto la incoherencia de los asistentes como la sospecha de que se han buscado una causa cool (precisamente) para pasarse sus vacaciones al calor del sol mediterráneo y navegando por sus límpidas (con perdón) aguas de ensueño?

Que trascienda que el príncipe Harry va a hablar de ecologismo y, sobre todo, que lo hará descalzo, demuestra que algo huele mal. ¿Qué sabe de ecología el muchacho y qué importa que hable descalzo o con zapatitos de claqué?

Este macro evento de Google tiene el mismo valor para la ecología (o menos, si contamos a los jets privados) que si mis amigos y yo hablamos del calentamiento de los polos en la orillita de nuestra playa del Puerto. También lo haremos, además, perfectamente descalzos, eh.