Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

La hache intercalada

Pilar Paz Pasamar

En el primer peldaño

ESTAMOS situados justamente en el primer tramo de los escalones del nuevo año que, según la tradicional cronología, corresponden a la subida de una empinada cuesta, la de enero. Para hacerla mas ligerita podríamos acudir a la poética y la filosofía espacial de que nos habla Bachelard en su poética del espacio. Al inicio de esta nueva ascensión con la que iniciamos un nuevo tiempo puede que lleguemos, como en años anteriores, enriquecidos por nuevas experiencias y doloridos por otras. Zarandeados por situaciones que afectan a toda la colectividad, esperamos algo que varíe estos signos oscuros y alarmantes con los que han tenido que enfrentarse los responsables de la política nacional, los problemas surgidos de unas circunstancias que sucedieron unas a otras, marcadas por una especie de sortilegio funesto de no se sabe qué espíritus malignos o al estilo de esas muñecas rusas que han ido saliendo una del fondo de la otra, ya puestos a creer en lo increíble, enredadas como zarcillos en la malignidad. Así, y por encima el recuento: desde el caso Alacrana pasando por el delicado asunto de Aminatu Haidar -casos concretos , y no situaciones, como la del caos babilónico de Air Comet, que esas son otras- hasta el último rapto de los cooperadores barceloneses, el panorama no es precisamente el apropiado para saludar a nadie con poéticas espaciales. Sin embargo, una no encuentra receta que sustituya con más eficacia lo que de por sí es imposible, el optimismo a lo tonto y loco, como la ilusión. Nadie puede negarnos el derecho de seguir entusiasmados en el cultivo de la propia tarea y de sentir la llegada del nuevo año con las esperanzas debidas y habidas para repartir entre todos, alentándonos a mirar hacia arriba, una dedicación y un cultivo de aquella tarea que nos ocupa a cada uno y nos hace felices. Para Juan Ramón Jiménez, esa felicidad consiste solamente en el buen uso del tiempo y del espacio, asomados a ese gran espacio que es el amigo del ser, según Bachelard, quien termina diciendo, al final y como si él no lo fuese: ¡Ah, como se instruirían los filósofos si consintieran en leer a los poetas!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios