LÍNEA DE FONDO

Rafa Burgal / Rburgal@diariodecadiz.com

La prepotencia y el desprecio

Cada día deseo más que Málaga y Osasuna pasen a los cuartos de final de la Copa del Rey

CADA día que pasa pienso que me he vuelto un espectador futbolístico de lo más atípico. El hastío que me produce sentarme ante la televisión para ver un partido de fútbol está alcanzando cotas cada vez más insospechadas en mi, que antes era capaz de tragarme un Togo-Islas Mauricio sub'18 amistoso. Ahora, no es raro el día que no dure más de diez minutos sin cambiar de canal, aunque sea el mayor Clásico de todos los clásicos.

Mientras que todo son halagos para un Barcelona que puede ser el mejor equipo que haya existido en este planeta y para un Real Madrid que se tiene que conformar con ser el segundo mejor conjunto del mundo -o eso dicen-, yo me siento cada día menos tentado a ver un encuentro de ellos.

Será cuestión de identidad, que solo me identifico con el azul y el amarillo y el resto no me atrae. Sobre esto, hace poco tuve una discusión con un amigo -con cariño, pero sin voces- en la que acabé sacando a relucir la palabra cateto por defender otro escudo a muerte antes que el de la tierra, mientras que él me contestaba que era el Cádiz en Segunda B el que hacía que pasara eso.

Puede ser que parte de mi desapego como aficionado al fútbol sea porque cada vez me revuelve más el estómago la prepotencia con la que nos intenta vender la prensa nacional - ya sea madrileña o catalana, que las dos tienen distinto collar, pero son el mismo perro- la desvirtuada superioridad de estos a base de un desigual talonario televisivo y presupuestos de más de 400 millones de euros. Gracias a esto, el resto de equipos de la Liga se han convertido en meras comparsas -no sé por qué utilizo esta palabra de manera despectiva, cuando a mí me gustan-.

Así, cada día deseo más que Málaga y Osasuna pasen a los cuartos de final de la Copa para que todos los que anhelan otro Madrid-Barça se lleven un babuchazo y se guarden su desprecio hacia los pequeños para otra ocasión.

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