NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Un milagro por Navidad: salvemos al país
El PNV ha sido uno de los partidos que mejor lee los tiempos de la política española, y quien fuese uno de sus grandes parlamentarios, Aitor Esteban, lo viene contando: sin nuevos Presupuestos para 2026, las elecciones generales deberán celebrarse el año próximo. No es una advertencia ni una amenaza, sino un aviso desde la lealtad al PSOE, que es su socio preferente en muchos municipios y diputaciones del País Vasco. El PNV podría aprobar esas cuentas, pero sabe que Puigdemont no lo hará, los independentistas catalanes ya han transmitido a los socialistas que no apoyarán nada más, ni la senda de deuda ni el techo de gasto, no habrá nuevo Presupuesto en 2026. Puigdemont ha citado mañana lunes a su dirección en la localidad francesa de Perpiñán, y será allí donde proclamará el final de la colaboración con Pedro Sánchez. Madrid Distrito Federal, que es no es más que la versión 2.0 de los mentideros galdosianos, fantasea con una moción de censura instrumental a la que se unan PP, Vox y Junts para elegir a un caballero blanco que, de modo inmediato, convoque elecciones.
Sin Puigdemont y sin Podemos, la legislatura estará llamando a su final, a lo largo de 2026 los españoles van a ir a las urnas a unas elecciones muy complicadas, con denuncias preventivas de pucherazo y sin bridas institucionales. Pedro Sánchez intentará armar una coalición virtual para superar el número de escaños del PP y Vox, pero no está nada claro que PNV y Junts vayan a seguir con él en la siguiente legislatura. Feijóo podría apoyarse en los vascos y catalanes si no tuviese que depender de Vox, por eso hay quienes vienen sosteniendo que el mapa que están pintando los sondeos apuntan a una repetición electoral. No se acabará España, ya hemos pasado por ese tipo de experiencias, que por lo demás no modifican en esencia los resultados de las supuestas elecciones fallidas.
Si Pedro Sánchez cumple con su palabra, tendría que presentar ante el Congreso el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2026, aunque se supiera de antemano que va a ser rechazado, es a lo que se comprometió el verano pasado ante las insistentes preguntas de los periodistas. Pero con o sin presentación, a partir de enero se entrará en los minutos finales de juego. Sánchez esperará a tener una ventana de oportunidad, y las elecciones en Extremadura, Aragón y Andalucía le pueden ofrecer ese marco si el PP se ve obligado en estas tres comunidades a investir a sus presidentes con el apoyo de Vox. El presidente del Gobierno confía en repetir el marco de 2023, cuando el aventurero de Mazón reventó la campaña con el apresurado anuncio de un acuerdo de gobierno con Vox.
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