LAS obras del soterramiento no se hicieron a mayor gloria de Teófila. Sirvieron para modernizar Cádiz y acabar con la marginación de los barrios situados al otro lado de la vía (algunas zonas de San Severiano, Guillén Moreno, Segunda Aguada y Lacave, Cerro del Moro, Loreto, Puntales, etcétera). También tenían el objetivo de modernizar el tren en Cádiz, facilitando la alta velocidad y favoreciendo una especie de metro urbano, que no funciona como tal, a pesar de que hay cinco estaciones en la ciudad. El urbanismo derivado de esas obras ha tenido su evolución, a mejor. Sin embargo, el sistema ferroviario de Cádiz está en camino de fracasar.

La adaptación de las vías para la alta velocidad ya ha acortado los tiempos de viaje entre Madrid y Cádiz, que están en el entorno de cuatro horas. Pero no hay un AVE como el de Madrid a Sevilla, ni el Alvia va estar en condiciones de prestar un servicio de ese nivel. No se puede conseguir, por motivos principalmente políticos. Es verdad que falta todavía el nuevo sistema de señalización especial ERTMS, que se anunció para 2017. Ahora no se concreta su terminación, en las declaraciones de fuentes de Adif, publicadas el pasado sábado por José Antonio Hidalgo. No obstante, aunque se cuente con esa nueva señalización, apenas servirá para acortar el viaje en unos minutos.

No se puede alcanzar una velocidad alta de más de 200 kilómetros/hora en la provincia, porque el tren para cuatro veces: Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, San Fernando y Cádiz. Para tener alta velocidad (de verdad) debería parar sólo en Jerez y Cádiz. Pero en El Puerto y San Fernando se indignarían. El localismo extremo de esta provincia no es compatible con la alta velocidad. Una opción intermedia sería que algunos trenes parasen en las cuatro estaciones (como Vivaldi) y otros sólo en Cádiz y Jerez. Igual que hay trenes AVE de Sevilla a Madrid que paran en Puertollano y Ciudad Real, y otros no.

El tranvía de la Bahía será el remate del tomate. La vía está ya bastante saturada. Si además se incorporan tranvías entre Cádiz y San Fernando, terminarán de colapsarla. En otros tiempos, hubo tranvías entre Cádiz y San Fernando (y La Carraca), que circulaban sin necesidad de saturar la vía del tren. No se entiende, ni se debe permitir, que en pleno siglo XXI se perpetre esta chapuza.

A pesar del soterramiento, a Cádiz le han dado bastante coba con las infraestructuras ferroviarias. Como no hay un modelo de ciudad, se lo pueden terminar de fastidiar. Después vendrán las lamentaciones.