Cuchillo sin filo

José / Guerrero / 'Yuyu'

Ya está aquí el partido del año

ME encantan estos fines de semana, cuando se juega el partido del año. Me refiero, lógicamente, al Nástic-Cádiz. Al Barcelona-Real Madrid que le den por todo el audímetro, que lo que a mí me interesa es lo que pase en Tarragona. Definitivamente creo que es el partido más importante del año para el Cádiz. Pero como en el Cádiz futbolístico no sabemos vivir sin una preocupación, ahora estamos más pendientes de si hemos tirado el ascenso con la venta de Lobos en vez de estarlo por si podemos subir aún sin el argentino.

Lobos es un crack, de acuerdo, pero subimos a Segunda sin él, subimos a Primera sin él, bajamos a Segunda con él y no conseguimos ascender al otro año con él. Conclusión: Imprescindible es el escudo y el color amarillo, lo demás tiene solución. A Lobos hay que estarle agradecido por los servicios prestados y por su profesionalidad y a Muñoz también por no venderlo cuando el precio mareaba. Ahora toca borrón y cuenta nueva, que para acordarse de los que ya no están con nosotros bastante tenemos con el día de Tosantos. No me preocupan los que se van sino que los que se queden le pongan lo que hay que ponerle. Esta semana he echado de menos alguna que otra declaración del entrenador del Nástic, del estilo de las de López Caro. Declaraciones que "encabronan" a un vestuario para sacar el partido P.C. (no es el partido comunista sino las siglas de Por Cojones).

Tarragona no me trae buenos recuerdos. Todavía me acuerdo de ese primer partido de liguilla de ascenso a Segunda, donde finalmente acabaron subiendo los catalanes. Si mi memoria no falla acabamos empatados a puntos y nos falto un gol a favor, que seguramente nos mangaron en la primera jornada en Tarragona. Ni soy radical ni busco venganza, pero ganar en campos como este me da especial morbo y si encima te sirve para irte de vacaciones a tres o cuatro puntitos de los puestos de ascenso, tras haber empezado la Liga fatal, gloria bendita. Encima nos viene el partido a huevo tras meterse los catalanes en zona chunga. La Navidad parece traer ángeles de la guarda amarillos.

Tardecita de agua se prevé. Tardecita de hacerse una pizza de Galletas Príncipe y sentarse frente a la caja tonta con la ilusión del niño en la cabalgata. A mí me pone más este partido que ver a Baltasar diciendo adiós y tirando caramelos, que quieren que les diga.

Igual les parece una barbaridad lo que les voy a decir, pero tengo la sensación de que si el Cádiz es capaz de traerse los tres puntos de Tarragona acaba subiendo. No es que si los pierda no sea capaz de subir, no. Pero si se gana habremos asistido a un cambio radical en no más de seis jornadas; de pensar en ganar dos partiditos y salvar la temporada como sea para pensar en la que viene a soñar con que el año que viene venga otra vez el Madrid o el Barça a Carranza sin Trofeo de por medio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios