LA nueva política ha consagrado otra forma de gobierno: el paripé. Consiste en aparentar que se hace algo sin realmente hacer nada. Todo es falserío, simulación, de cara a la galería del artista y los medios de comunicación. Fíjense en el paripé que vemos estos días. La mayoría de los políticos están veraneando en sus playas preferidas. El Congreso de los Diputados está abierto por vacaciones y organizan ruedas de prensa, pero no hay ninguna sesión prevista para los próximos días. ¿Qué están negociando esos diputados? ¿Qué están debatiendo? Nada. Sin embargo, en los medios de comunicación parece que van a pactar de un momento a otro, y que cualquier día de estos tendremos la sesión de investidura de Rajoy.

Algunos dicen que Pablo Iglesias desapareció después del 26-J. ¿Y los demás qué? Rajoy llamó a Pedro Sánchez, le respondió que no y se hizo una foto. ¿Y ahora dónde está Pedro Sánchez? Rajoy llamó a Albert Rivera, le contestó que se abstendrá y se hizo una foto. ¿Y ahora dónde está Albert Rivera? Pues mañana se volverá a reunir con Rajoy y posarán para otra foto. Por el contrario, no se vio a Rivera en la boda de Inés Arrimadas en Jerez, supongo que para no fotografiarse en un grupo con un independentista vestido de novio. ¿Y dónde está Mariano Rajoy, después y antes de las fotos? La última vez que se le vio iba marchando, no marchando una de pulpo a la gallega, sino marchando de marcha, como a él le gusta. ¿Y el Rey dónde está, después de las fotos de la Zarzuela? En Palma. Pero todavía no ha empalmado con un viaje a Río de Janeiro para animar a los olímpicos.

Todo eso sucede porque los políticos viven en el paripé permanente desde el 20 de diciembre del año pasado. Aparentaron que hubo una legislatura fallida. En el Congreso se reunían, incluso con algunos debates. ¿Cuántas leyes importantes aprobaron? Se organizó una investidura de Pedro Sánchez con dos votaciones. ¿Para qué? Para nada. ¿Y los senadores? Algunos los llaman cenadores (por confusión verosímil, o por defecto); y aparte de desplazarse en taxis con soltura no se les recuerda ninguna tarde de gloria. Pero ahí están los tíos y tías. ¿Qué donde están? De vacaciones.

Esta es la nueva política del paripé: el que lo coja para él. Esto es lo que nos ha traído esa ola de indignación que hubo cuando quitaron la paguita extra a los funcionarios y echaron a miles de trabajadores que no eran funcionarios. Eso sí, todo lo hacen al servicio de la gente, y dicen que "no es no", porque lo contrario no se entendería. Así estamos en el camino de unas terceras elecciones. ¿Para qué? Para seguir el paripé.