La cornucopia

Gonzalo Figueroa

De tal paloý

Apesar del importante cambio político experimentado por Chile tras el negro período dictatorial de Pinochet, que constituyó un triste retroceso para este país de arraigada y secular tradición democrática, los nostálgicos lo recuerdan en el aniversario de su muerte. Entre ellos, el alcalde de la populosa comuna santiaguina de Providencia, publica su carta en El Mercurio, diario de vieja historia periodística, titulada "Ausente y presente". La leo con repugnancia e incredulidad, porque sus afirmaciones suenan tan contrarias a una realidad palpable y cierta, que suponen un visión absurda y amnésica. Frases como "ýpor las circunstancias en que lo puso la vida, Pinochet tuvo un destino grande". O "vivió lo suficiente para comprobar los frutos de su gestión como estadistaýpara congratularse de los triunfosý". "Estuvo a la altura de su destino y supo dirigir la nave y mantenerla con el rumbo elegido aún en lo más bravo de la tormentaý con actos resueltos, audaces, eficaces...". Y para abrochar el homenaje: "Lo que nunca ocurrirá es que Pinochet deje de ser un hito insuperable en el horizonte de la historia nacional".

Me cuentan aquí que este edil, indignado por el procedimiento abierto en su día en Madrid contra el tirano por el juez Garzón, utilizando los camiones de su ayuntamiento, dispuso esparcir toneladas de basura frente a la sede diplomática española en Santiago, que se encontraría dentro de los límites de su municipioý

Para este ditirámbico y ferviente seguidor no parecen pesar las crueles ejecuciones sumarísimas, las desapariciones y las privaciones de libertad inmotivadas e injustas de miles de inocentes, ni la larga y vergonzosa suspensión de las libertades públicas, ni el escándalo, hoy en pleno proceso judicial, de sus millonarias cuentas corrientes en bancos estadounidenses, que suman millones de dólares, acumulados por un militar y primer mandatario de un país en vías de desarrollo, cuyos salarios no podían ni remotamente permitir tal enriquecimiento.

Afortunadamente para el honor de Chile y de sus víctimas, un metódico y competente magistrado, el juez Cerda, que incluso fue injustamente amonestado por sus superiores jerárquicos por criticar el pobre funcionamiento de algunas salas del Tribunal Supremo y sus equivocadas orientaciones jurisprudenciales, sigue implacable el sumario por fraude fiscal y otras imputaciones contra la viuda y descendientes del sátrapa. Mientras tanto, un biznieto suyo de 16 años fue detenido hace pocos días por el asalto y robo a un supermercado con dos compinchesýDe tal paloý

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios