Tengo para mí que la nueva normalidad va a ser como la vieja sin darnos besos ni abrazos. Los promiscuos tendrán que andarse con tiento y los besucones con cuidado. El resto volverá a ser lo de siempre, bares repletos con las fuentes de las tapas expuestas a las miasmas del personal y el suelo repleto de residuos, la gente unas encima de otras, todo el que pueda dejará de pagar impuestos porque robarle al Estado no es robar, la gente saltándose las normas para hacer obras ilegales o pasar un semáforo en rojo, eso sí, todos en el papel de cuñados que dan doctrina sobre lo que tiene que hacer el Gobierno. Este periódico sacaba como ejemplo de la llamada desescalada, lo que quiere decir reducir las restricciones, dos tipos haciéndose un peinado de futbolistas: vuelve el anganguismo, no es nueva normalidad, es la normalidad de antes del virus. Tengo para mí que las eras de la humanidad se dividen en Antes de la Logse y Después de la Logse, A.L y D. L. La Logse ha sido una de los mayores dramas de la historia contemporánea porque ha fabricado una generación de gente sin respeto a las leyes, al bien común y a las normas de convivencia, solo preocupados por ellos mismos. La consecuencia natural es ir a una Barber Shop en lugar de a la peluquería de siempre, entran en ebullición Viroga, Malevo y todas esas industrias maléficas que por 20 euros, previa cita, te dejan como si jugases en Valdebebas. Así como la NBA marca la estética a los jóvenes americanos, los futbolistas la determinan para los españoles. Lo primero que hacen los chavales es pegarse un corte de pelo con rasurado por los laterales y barba puntiaguda, todo ellos con dibujos geométricos, como si fueran Sergio Ramos, tatuajes y piercings incluidos. Cuando abren la boca confirman que se parecen al defensa de Camas, morri crismas. Si dices "vaya daño le ha hecho la Logse a España", intentan pegarte, aunque no sepan lo que es la Logse ni lo que quieres decir. En lugar de enviarte un texto por guasap te mandan un mensaje de audio, ya que terminaron la ESO sin saber poner la h, la b , la v, la g y la j por lo que ante la duda evitan escribir. Cuando llegan al botellón con los colegas hacen la octavillita al pasodoble de Tino o cantan el credo de Juan Carlos señalando al Hispasat. Hace tiempo lo más que podíamos tener es el estilo coleta de Santiago Moreno y Manolo Camacho o el estilo Buda de ese gran politólogo ("horas y horas de conversación sobre política") de David Navarro. ¡Que vuelva la mili cuanto antes!

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