EL Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 no está dispuesto a modificar el polémico logotipo elegido para representar este acontecimiento, que minimiza el nombre de Cádiz, lugar donde se promulgó la primera Carta Magna de este país y donde se centran los actos de esta celebración. El Consorcio, que preside el vicepresidente de la Junta, Gaspar Zarrías, prefiere que sea el nombre de "La Pepa" el que tenga toda la relevancia en el logotipo, relegando el de Cádiz y el de San Fernando a una minúscula reproducción en forma de matasellos. La imagen del Bicentenario no es, ni mucho menos, desagradable. Todo lo contrario. Desde un punto de vista creativo, si nos atenemos sólo a su diseño, es bastante atractiva. Pero adolece de algo fundamental: apenas sitúa (se diría que lo insinúa) el lugar de una celebración que tiene el carácter de conmemoración nacional. Es la primera vez que esto sucede, pues hasta ahora todos los eventos de esta categoría, dentro de una sociedad estatal de conmemoraciones culturales, recogen por pura lógica el lugar en que se celebran. Cádiz es una rara excepción, pues la ausencia de su nombre en el logotipo oficial del Consorcio que preside Zarrías no ha sido suficientemente argumentada. Esta ausencia de razones que expliquen la extraña eliminación en la práctica del nombre de Cádiz alimenta absurdamente enfrentamientos políticos que en nada ayudan a la conmemoración del Bicentenario. Gaspar Zarrías no ha tenido la necesaria sensibilidad hacia una ciudad que sirve de sede al evento del que es el máximo responsable y no ha predicado con el ejemplo a la hora de exigir lealtad a otras instituciones a las que él sí reclama colaboración. Cádiz, en aquellos actos que organicen en torno al 2012, tiene que aparecen claramente en el logotipo del Bicentenario. Lo contrario sería desaprovechar una gran oportunidad para su promoción. A menos que haya quien piense, de manera ruin, que eso puede beneficiar políticamente a rivales políticos. Estamos a tiempo todavía de subsanar lo que sería un clamoroso e histórico error.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios