La negativa del Casino

El Casino ha sido testigo de acontecimientos históricos de la vida gaditana, como la constitución del Club de Tenis

En esta semana y en este periódico, el Casino Gaditano era noticia y no noticia agradable. El Casino es una institución gaditana que pervive con dificultades desde hace muchos años, con un esplendido edificio e importante biblioteca, que se instaló hace casi 200 años, en la calle Murgía y luego en la "Casa Otomana", el domicilio de Tomas Isturiz, diputado de las Cortes, que estaba en la Plaza de San Antonio y allí continúa. Como en Cádiz no hay reliquias árabes, quizás por eso, añorándolas, reformó la casa al estilo neo mudéjar, que contrasta con los elegantes salones isabelinos de la primera planta. Ha sido testigo, como ya he escrito, de acontecimientos históricos de la vida gaditana, como fueron reuniones de la logia masónica de Cádiz, hasta la constitución del Tenis Club de Cádiz y la refundación de la cofradía de la Buena Muerte. Para poder subsistir, la propiedad del inmueble se donó al Ayuntamiento de Cádiz, con reserva durante 25 años, del derecho de uso de sus socios. En una de sus plantas, el Consorcio de la Zona Franca estableció un centro de empresas.

Ha sido este centro de empresas el que ha originado la noticia que refiere Melchor Mateos, un periodista que tiene todos mis aprecios, personales y profesionales. Cuenta Melchor que el Ayuntamiento cambió la cerradura de entrada del inmueble, después de haber reclamado al Casino, que abriera sus puertas para que los inquilinos del centro de empresas, pudieran acceder a sus despachos alquilados. Cuenta también, que "aprovechando que el concesionario del bar… estaba preparándose para la apertura, el Ayuntamiento ha accedido al interior y ha procedido a cambiar la cerradura de entrada al inmueble".

Yo en el Casino no soy más que socio, pero la noticia me parecía preocupante y he solicitado más información. Y digo preocupante porque, a primera vista, el Ayuntamiento parecía que se tomaba la Justicia por su mano, ya que es el Casino el que está en la posesión del edificio, según convenio. Todos saben que si en una casa que alquila no le pagan la renta, tiene que acudir al Juzgado y no puede cambiar la cerradura y por su parte, mi pregunta de que por qué se negaba la entrada a los inquilinos del Centro de empresas, me dicen que encontrándonos entonces en la fase 0 de las alertas, los accesos a establecimientos públicos, de más de 400 m, por ley, no podían tener lugar. Este coronavirus no hace más que traernos desgracias, pero, sin duda, dado el buen talante de la alcaldía y de la junta directiva del Casino, este suceso quedará en una simple anécdota…y también en la mejora de la cerradura.

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