La azotea

Manolo / Fossati

Un mundo feliz

EN aquel mundo ideal de buenas noticias protagonizadas por la primera regidora de la ciudad y por su partido en el Gobierno se coló aquella noche un pirata informático despechado. Las pantallas repartidas estratégicamente por toda la ciudad comenzaron a emitir noticias de verdad y reportajes en los que la buena cara de los protagonistas de siempre se veía emborronada por la verdad. Un puente que se construía resultaba ahora que era obra de al menos varios gobiernos, que habían tenido fallos y retrasos y, oh revelación, el Ayuntamiento no había puesto ni un euro. En las nuevas pantallas, el paro subía cuando subía y bajaba cuando bajaba, algunos barrios sufrían cortes de agua y otros recibían alborozados la inauguración de un jardín, en la ciudad no todo funcionaba bien... El Ayuntamiento decidió entonces que las pantallas ya no eran necesarias.

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