ADIÓS a Ramón Blanco. En tres partidos o en tres derrotas, se pueden enumerar igual, su salud se ha resentido y tiene que abandonar el club por el que hizo el esfuerzo de volver a entrenar después de tanto tiempo sin hacerlo. Un escueto comunicado del club, despedida y el nombramiento del nuevo entrenador, todos estos pasos se adelantaron ayer en las entrañas del Cádiz en una jornada intrépida y sorprendente, tanto porque las cosas en la casa amarilla solían darse más despacio, como por la corta trayectoria del entrenador, por mucho que sea su cuarta etapa.

Sin querer entrar en suspicacias, no puedo dejar de preguntarme algo que me ha llamado la atención del comunicado del club. En él se resalta que "el entrenador ha recibido importantes consejos médicos que le recomiendan no continuar" y que "Blanco, que da así una muestra más de cadismo e implicación, comunicará a la plantilla su decisión y seguirá aportando sus conocimientos al club para salir de la delicada situación deportiva en la que está inmerso". Esa 'muestra de cadismo', ¿no se refiere a su decisión de no continuar capitaneando esta embarcación a la deriva? Supongo que será por ser él mismo el que informe a los jugadores y seguir vinculado al club. Sus conocimientos desde luego no han conseguido revertir la situación, sino todo lo contrario. Ayer se despidió diciendo que si hubieran ganado algún partido estaría más tranquilo y quizás seguiría y que el Cádiz tiene opciones de estar arriba. Por falta de moral no se va desde luego.

Otra cuestión que se me plantea en toda esta historia es si los aficionados también estarán recibiendo importantes consejos médicos para que no continúen yendo al estadio. Porque si hubieran ganado algún partido, no ya de las tres últimas jornadas, sino hasta de las cuatro anteriores, estarían más tranquilos, pero en estas circunstancias...

Suerte a Agné, que tiene apellido para unos cuantos cuplés, a los aficionados y a los médicos en esta nueva etapa de infarto.