Se caracteriza Cádiz, entre otras cuestiones, por la desubicación y la fluidez. La misma gente puede aparecer en diferentes sitios, según el momento. Ya comenté que Ignacio Romaní y Mercedes Colombo, que solían acompañar a Teófila Martínez en las ruedas de prensa de sus años de alcaldesa como concejales del PP que eran, aparecían ahora como cargos de la Junta de Andalucía junto a la delegada provincial Ana Mestre, que antaño también fue concejala del PP en Cádiz. Pero lo mismo ocurre con los políticos del PSOE, donde algunos incluso repiten cargos importantes. Por ejemplo, el alcalde de Chiclana, José María Román, también es vicepresidente de la Diputación Provincial. Y faltó poco para que fuera presidente.

En el reparto del PSOE se notó la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno, tras la moción de censura. Así al concejal gaditano José Pacheco lo nombraron subdelegado del Gobierno, y a la concejala Victoria Rodríguez la trasladaron a la Zona Franca como delegada del Estado. Entonces el portavoz municipal era Fran González, que también formaba parte del gobierno provincial en la Diputación, pero ya no, después de lo que pasó en las elecciones municipales.

A los partidos de la nueva política todavía no les ha dado tiempo de echar raíces. Hay precedentes, como el de Martín Vila, que trabajó para la Junta cuando IU recibió la Consejería de Fomento para Elena Cortés, en un gobierno de coalición, precisamente. Al alcalde Kichi se le conocía más como sindicalista de la Enseñanza. Algunos compañeros podemitas ya iban a montar el pollo frito en los plenos. Pero después la más famosa, que era Inmaculada Michinina, no entró en las listas. Otros fueron más listos.

Pero pasa en todo, no sólo en la política. Los mismos y las mismas aparecen en diferentes sitios. En el Carnaval, ese que salía con Bienvenido, con Tino Tovar, con el recordado Juan Carlos Aragón o con cualquier autor deja de salir, o va cambiando. Ángel Subiela salió con Antonio Martínez Ares, con Antonio Martín y con otros, hasta que su grupo ha sido conocido como el de Subiela. En las chirigotas y en los coros también hay movilidad geográfica.

En las cofradías hay capataces que amplían su repertorio. Ahora llega al Nazareno Joaquín Cortés, que adquirió fama en Jesús Despojado. Manolo Ruiz Gené, que es muy bueno con los pasos de palio, también ha salido con el Cristo de la Misericordia, de La Palma. Hasta los acólitos cambian, y van de una a otra. Y los vestidores y asociados, y todo lo que se les ocurra.

Cádiz es una ciudad para gente multiusos, como la plaza que nunca se construyó.