SOY de las que opina que es mejor no mirar atrás. Lo pasado, pasado está y preocuparse por algo que ya no se puede cambiar a menos que tengas una máquina del tiempo es tontería.

Nueva etapa, nuevos tiempos, nuevas metas. Eso al menos se dice cada que vez que comienza un año. Ahora cada uno ha hecho sus buenos propósitos para 2010, -dejar de fumar, adelgazar, aprender inglés-, así que vamos a convencernos, no nos queda otra. No miremos atrás y centrémonos en nuestro propósito común.

Ya sé, supongo más bien, que sus pensamientos son variopintos. Quizás piensen que ya han sacado la manzana podrida del cesto, que los verdaderos culpables siguen entre nosotros, que el causante de esta situación no ha dicho esta boca es mía o que los que se tienen que ir no se van. Quizás piensen que siempre pagan los mismos, que los que tienen que dar el callo con lo que ganan no lo están dando o que unos señores vestidos de negro les ha dado por amargarnos la vida y que la mala suerte es la que ha hecho que el Cádiz Club de Fútbol esté, y , dando gracias a otros resultados, en el puesto 19 de la tabla de la segunda división.

Quizás piensen algo distinto, piensen lo que quieran, para gustos colores, y además el pataleo es un derecho más que imprescindible, y en este caso está más que claro. Pero sigo a lo mío, intento convencerme. No miremos atrás, no corramos el peligro de convertirnos en piedra, y centrémonos en el propósito común.

Punto y seguido y estas visiones en la mente: Víctor Espárrago, la plantilla que existe, próximo sábado, 18:00 horas, Huesca, Ramón de Carranza, goles, puntos,... (Un, dos, tres, cuatro cinco,... cuento hasta diez para no llenar estas líneas de mi derecho al pataleo e intento centrarme). No miren ni de reojo. Ya habrá tiempo de poner verde al que sea en el momento justo. Cuando se consiga el propósito, el real, no es tiempo de soñar.