LO mejor que ha traído Jose González, en su retorno al Cádiz, es sensatez. Y, sobre todo, pragmatismo. Tres partidos, tres victorias. Por consiguiente, nueve puntos, con un gran empujón hacia arriba. El primer puesto, que llegó a ser una quimera en los últimos tiempos de Vidakovic, está otra vez a tiro, a un punto. Ha bastado con cambiar al entrenador para que todo fuera distinto. Se ha demostrado así que, en contra de lo que suelen decir la mayoría de los entrenadores, a veces el problema puede estar en el banquillo.

O más justo sería decir que el problema está a veces en la cabeza del inquilino del banquillo. Un técnico puede tener su sistema y ser fiel a sí mismo. Pero no debemos olvidar que el paro futbolero está lleno de entrenadores fieles a sí mismos, e infieles a los resultados. En el caso de Vidakovic, el problema fue que empezó bien hasta que dejó de funcionar. Partía de una premisa equivocada, como era la de tocar el balón pasara lo que pasara. Esto, ya se ha escrito, lo puede plantear Guardiola en el Barça. Pero en Segunda B es una quimera. En esta categoría el único sistema que vale es ganar como sea.

Y a eso ha venido Jose González, que como técnico también ha madurado lo suficiente para tener claros ciertos principios. Uno fundamental es que no se puede ascender si tu defensa es un mamarracho. Desde que llegó al banquillo ha tomado medidas elementales, empezando por el portero y siguiendo por darle más seguridad a los de atrás con un doble pivote, en vez de dejar a Álvaro Jurado solo. Con un canterano, José Miguel Caballero, en sustitución de otro con el que no está contando, como tampoco contó Espárrago, no sé si será casualidad. Así las cosas, con mucha más seguridad atrás, Pachón ha recuperado el olfato de gol. Desde que está Jose ha marcado tres goles fuera de casa.

¿Es casualidad? No sabemos si este delantero, al que pinchó mucho el anterior técnico, está más contento ahora. Puede ser también que se encuentre más suelto. La realidad es que empieza a parecerse al Pachón experto y resolutivo en el que se confiaba cuando lo ficharon. En conjunto, este Cádiz ha cambiado bastante, tanto que ahora ofrece muchas más garantías y ha recuperado gran parte de la credibilidad perdida.

La victoria en Puertollano incluso pudo ser mayor, porque Velasco y Hugo García no aprovecharon, casi al final, dos ocasiones muy claras. Es curioso que Jose cambió la delantera al completo en la segunda parte, cuando el partido ya estaba encarrilado con el 0-2. Quizá para dar oportunidad de reivindicarse a los otros delanteros, y para tener en forma a los seis. La victoria fue importante porque este equipo, hasta ahora, no había perdido en su estadio.

No obstante, se avecina un compromiso difícil ante el Sevilla Atlético, un test muy significativo. Si el Cádiz gana, superará al filial sevillista, y hasta podría ser el nuevo líder; o al menos se quedará de tú a tú en la pelea con un Murcia que ya no parece tan inaccesible.

En resumen, que si este Cádiz encandena la cuarta victoria seguida, el pleno con Jose González en el banquillo, este asunto del pozo se verá de otra manera. Pues ganar es también el único sistema posible para recuperar a la afición.