Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

El mar, la mar

Se puede pleitear y presionar pero no se le puede hacer frente a la naturaleza cuando reclama su sitio

La Ley de Costas española de 1988, reformada en 2013, desarrolla un principio constitucional: garantizar que la franja litoral y el acceso a la misma es de todos los españoles, por eso se llama dominio público marítimo terrestre. No se puede enajenar ni embargar. Los diferentes reglamentos permiten realizar concesiones de uso durante la temporada de playa. Es lo que hizo el Ayuntamiento con los chiringuitos, que podían establecerse durante un tiempo determinado en un espacio máximo concreto. Así salieron a concurso público y así fueron adjudicados. Luego llegó la presión de los concesionarios para que se les permitiese a quienes disfrutaban de esa concesión de un aumento del espacio y de una prolongación temporal. Es decir, una alteración de los términos de esa concesión que llevaron a algunos a intentar construir un edificio de acero y hormigón en la propia playa. Ni que decir tiene que todos queremos la prosperidad de la ciudad y la hostelería es una de las principales fuentes de empleo y riqueza en Cádiz. Pero no se puede usar como una estaca con la que darnos en la cabeza a todos los ciudadanos, como si tuviéramos que rendir pleitesía a cualquier actuación de cualquier empresario, con la idea del empleo que va a crear aunque sean contratos precarios.

Esta "mar total" unida al temporal (hoy hay viento del Sur, que cantaban Los Enteraos) ha permitido comprobar las razones por las cuales las concesiones de chiringuitos se hacen durante la temporada veraniega. El mar ha reclamado lo que es suyo. Hace tiempo subió el hoy gerente de Aguas de Cádiz, el ingeniero Jesús Oliden, una serie de fotos de 1991 creo recordar, cuando el temporal y la marea llevó el agua hasta la Glorieta Ingeniero La Cierva. Es decir, que lo que está ocurriendo ahora con la borrasca Enma no es una excepción, sino la conjunción de fenómenos meteorológicos que han provocado olas altas , lluvia intensa y vientos fuertes. La naturaleza ha situado el debate gaditano en sus justos términos: la necesidad de proteger la franja litoral y las peculiaridades de las mareas invernales. De la misma manera que las fuertes lluvias con marea alta provocan inundaciones en La Laguna o la calle Nueva, el viento intenso del Sur con marea alta eleva el nivel del mar hasta el Paseo Marítimo y es capaz de arrastrar cualquier chiringuito que, por ley, tiene que ser una construcción efímera y desmontable. Se puede pleitear en los tribunales, se puede presionar a los políticos, pero no se le puede hacer frente a la naturaleza cuando reclama su sitio.

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