Dos mandatos

Decirle ya a Pedro Sánchez que deseche los 12 años que pide para reformar profundamente España

Pedro Sánchez ha manifestado su deseo más íntimo, gobernar hasta 2030, o sea, 12 años. Más. Mucho más modesto que Hitler, que quería un Reich de Mil Años. Y con distinto propósito, no hace falta decirlo. Recordemos a Fidel Castro y a su hermano. A Kin Il Sun. A Mao. A los bolivarianos, que han roto el precinto de Bolívar de los dos mandatos máximo. En México se creó el PRI para lo mismo, para la transmisión controlada. Del PRI al PRI, el candidato lo pongo yo. Es lo que tiene el Poder, el que llega no lo quiere dejar, ¿soltar? El general Franco, al que ahora quieren hacerle justicia póstuma, lo entregó en el mismo momento en que le llegó la muerte.

Lo del franquismo sin Franco se sabía que era una soberana tontería. Como algunos reyes, quiero decir que entregan la herencia cuando expiran, de ahí el grito el rey ha muerto, viva el rey. Que ocurrirá, presumiblemente, en el Reino Unido de la Gran Bretaña, el reinado más longevo de la historia este de la Reina Isabel II. ¿Entonces? Pues que Pedro Sánchez igual. Primero son doce años y luego lo que sea que sea. Esto del Poder es así, de la persona a la estructura, de la estructura a la persona. Digo que Pedro Sánchez logró hacerse con el mando de su partido y de ahí todo lo que ha venido. El poder es una escalada. ¿Las urnas? Bien, las urnas. Para algunos es un episodio molesto, por eso hacen lo que haga falta, desde el plebiscito controlado al pucherazo.

En la España del siglo XIX Romero Robledo fue un campeón del chalaneo, hizo historia. Por eso cada día se comprenden mejor las cautelas de la democracia norteamericana, los prejuicios frente al poder presidencial, la Quinta Enmienda. En esto la historia política es un ensayo de acierto y error. Y la democracia liberal, a la que la izquierda descalificó siempre como democracia "burguesa" frente a democracia "popular", cuando fracasa, por la corrupción o por la inepcia (término de reciente aparición en la ciencia política francesa) es inmediatamente ocupada por una dictadura con otro nombre. Más que nada por todo esto se debería poner en pie el pueblo y exigir la reforma constitucional en cuando a los mandatos. Dos, ni uno más. Dos mandatos. O sea, decirle ya a Pedro Sánchez que deseche los 12 años que pide para reformar profundamente España, no vaya a ser que lo logre y que sea el que deje a nuestra vieja Nación de tal modo que no la conozca ni la madre que la parió. Miedo me dan los visionarios osados. Mucho miedo.

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