EL mañana nunca muere, el mañana nunca llega. Mañana, mañana, se casó mi hermana, que es un refrán utilizado cuando alguien está harto de que le den largas. El 'tomorrow' deportivo del verano, that is the question. Estirando las noticias y teniendo en vilo a los aficionados. Mañana hablará Agüero, mañana será el día clave en la Operación Cesc', mañana se conocerá el futuro de Neymar, mañana se sabrá si el portero del Conquense renueva por dos temporadas. Pero ese mañana nunca llega. Porque el mercado, tieso como nunca, está más parado que el labio superior de Aznar. Además del vil metal o, mejor dicho, de su escasez, la Copa América ha provocado también un cierto parón en el mercadeo veraniego. Allí, en Argentina, con más frío que en la comunión del Capitán Iglo, los jugadores más deseados repiten eso de "ahora estoy centrado en mi selección", número 347 del Libro de los Tópicos Futbolísticos. Ya el Kun ha anunciado que hablará cuando termine el torneo. Como lo hagan todos los que pueden cambiar de club, el terremoto futbolístico se va a sentir hasta en la Liga del Campo el Cura.

No hay un duro, pero se siguen manejando inmorales cantidades de dinero. Al menos, esas son las cifras que barajan los medios deportivos. ¿Serán verdad? Porque entonces, lo que se pagó por Cristiano Ronaldo no fue nada desorbitado. Vamos a ver, un lateral izquierdo le cuesta al Madrid 30 millones y el precio por el futbolista chileno Alexis Sánchez, aún por explotar y con el único bagaje de haber destacado en el Udinese, no baja de los 40 kilos. Por Neymar, más de lo mismo, con el añadido del riesgo que supone la aclimatación de un futbolista brasileño, y un tanto díscolo, en Europa. El fútbol se ha vuelto loco. Aunque bien mirado, a nuestro Cádiz le hace falta una locura de esas. Por eso, la llegada de Pina se espera con anhelo. El Rey Midas del fútbol más modesto desembarca en Cádiz. Ojalá se vuelva loco con este club centenario y lo lleve a donde merece. Puede ser el último clavo ardiendo.