EL ALAMBIQUE

Rafael / Gómez / Ojeda

Sin ley

LLEVAMOS ocho meses de nuevo gobierno municipal y aún El Puerto sigue sufriendo el vergonzoso sobrenombre de ciudad sin ley. Apertura de establecimientos, obras, demoliciones, todas por la cara, y sin la obligatoria licencia municipal en la creencia de que no les pasará nada. Cuando el Ayuntamiento actúa sobre estas descaradas actitudes, vienen los ayes, las lamentaciones y el hipócrita victimismo. Estos son los frutos de una política populista que concedía permisos orales a cambio de votos. Los intereses generales de la ciudad importaban un pimiento. Ahora que el actual equipo de Gobierno está llevando a la fiscalía cientos de estas tropelías urbanísticas, haría muy bien en intentar colaborar más a fondo con las sentencias del TSJA que, aun contando con mecanismos para ejecutarlas, necesita de la colaboración municipal. Si unos y otros se desentienden de su responsabilidad, estarán dando carta de naturaleza a la opinión popular de que todos no somos iguales ante la ley, como dijo Orwell.

En El Puerto, ciertos promotores siguen actuando con un desprecio absoluto a la ley y a quien tiene la responsabilidad de hacerla cumplir. El caso más llamativo de nuestra ciudad se está dando en los aledaños de un campo de golf cuya actuación fue declarada ilegal por el TSJA en el año 2005. Sin embargo, hoy se pueden observar en ese lugar importantes movimientos de tierras, a la vista de todo el que quiera verlos y sin que nadie haga respetar dicha sentencia; mientras tanto, algunos ciudadanos sienten sobre sus cabezas la amenaza de la diosa justicia si no respetan sus 'justas' decisiones. Los del campo de golf no temen ni multas, ni sentencias, ni amenazas porque saben que son ¿intocables? ¿Tendrán patente de corso esos intrépidos promotores? Sea como fuere, ya va siendo hora que sobre el cielo de nuestra ciudad se disipen los nubarrones corruptos de ayer y se empiece a restablecer una legalidad mil veces pisoteada. Sabemos que los Reyes Magos han dejado en nuestro Ayuntamiento un poquito de seriedad, honestidad y transparencia; sólo pedimos que hagan buen uso de ello, en beneficio de nuestra ilustre ciudad.

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