SI feo acabó el 2009 peor ha empezado el 2010 para los intereses del Cádiz. Y como dice la ley de Murphy: "Si algo puede ir peor, irá peor". Desconozco si el tal Murphy fue socio del Cádiz en alguna etapa de su vida, pero alguna de sus afirmaciones y, sobre todo, su pesimismo me hacen pensar seriamente en ello.

No es que el Cádiz se vaya a encontrar con muchas bicocas en esta Liga, pero si hay un rival y un escenario especialmente contraindicado para empezar a remontar el vuelo, sin duda es el de esta tarde. Una Real Sociedad líder de la categoría (bueno, igualada a puntos con el líder, que viene a ser lo mismo) y una de las mejores campañas de los donostiarras en Segunda División A. Un equipo que parece decidido a salir ya de esa zona para volver a la élite del fútbol español.

Y todo eso frente a un Cádiz cuya caraja no parece tener fin. ¡Menudo fin de semana el que nos espera! Claro que el Cádiz es uno de esos equipos a lo Curro Romero, que cuando peor están las cosas son capaces de sorprendernos a todos. Pero no nos engañemos, en eso hay más de leyenda que de realidad. Esos eran otros tiempos.

Los tiempos que corren son tiempos de buscar culpables, más que de buscar soluciones. Tiempos del "a mí que me registren". El presidente diciendo que la plantilla es buena y cara; los jugadores que se entregan a tope y el técnico que hay que seguir trabajando con fe y esperanza. Para el que no haya tenido la oportunidad de verla les recuerdo que ese, exactamente ese, es el argumento de la película Entre todos lo mataron y él solito se murió.

Quizás la cosa sea mas sencilla de explicar. Tan sencilla como asumir que esto es un juego y que unas veces salen las cosas y otras no. Fíjense en el Mallorca, con el lío presidencial y administrativos y en cuarta posición. O en el Xerez del año pasado. Esa sería la explicación fácil, pero todos sabemos que cuando las cosas se hacen mal los éxitos son fruto de la casualidad y flor de un día. Ahora falta por saber (pregunta del millón) qué es lo que se está haciendo mal este año y corregirlo de inmediato.

El cadismo no puede permitirse otro segundazo B porque de ahí abajo no se sale siempre con tanta rapidez como el año pasado. Cádiz, su equipo y su ambiente futbolístico se están muriendo poco a poco. Ya no van ni los socios. Entre desastres propios y televisión ajena nos quedan tres telediarios, si alguien no lo remedia pronto. Llevamos ya varios años en el limbo, peleando por conquistar tierras de nadie y eso aburre hasta al más forofo de la categoría de plata.

Queda menos de un año para que se cumpla el centenario y ya se empieza a temer en Cádiz que, como no cambien las cosas, en vez de disfrutar de tarta de cumpleaños y fiestecita con el abuelo podemos asistir a su desembarco en un asilo, abandonado hasta por sus más allegados. ¡Qué asco de vejez! Me gustaría pensar que hoy comenzará la recuperación, la escalada hacia una zona tranquila, tres puntitos a lo grande, pero no me lo creo ni yo. Ojala me equivoque. De verdad que me gustaría.