Cosas que pasan

Ricardo Castillejo / Rcastillejo@grupojoly.com

El juguete roto

-Sí, pero con una diferencia de edad entre nosotros bastante considerable. Fíjate, ¡él es ya cincuentón y todo!

-¿Cincuentón o cincuentañero? Porque Ana Rosa no deja de reivindicar, desde esa revista suya en la que sale en todas las portadas, términos menos peyorativos para referirse a quienes suben de los cuarenta…

-Tampoco hay mayor problema. Siempre nos quedará "photoshoplandia", reino donde las arrugas no tienen cabida…

-…O Neverland, el rancho de Jackson, que, más o menos, viene a ser lo mismo: ¡La tierra de nunca jamás! Por cierto, es raro ese chico, ¿eh?

-Y además está como desaparecido. Después de lo de los escándalos de los juicios y lo de que andaba medio arruinado, poco más suyo se ha escuchado. ¡Miento! Creo que se cambió de mansión porque la suya del parque de atracciones le traía demasiados recuerdos.

-¿Pero tiene él de eso? Dudo que, mirándose al espejo, se reconozca en aquel que fue…

-Verdad. ¡Con lo gracioso que estaba con sus hermanos! ¡Y lo que me gustaba su pelo a lo afro! ¿Qué se le habrá infundado para perder así la cabeza?

-A mí me provocan curiosidad los regalos que habrá recibido por su día. Fue el viernes, ¿no?

-Exacto… Bueno, en función de su aparente infantilismo, lo suyo sería que le hubieran colmado de muñequitos varios, aunque para mí que él es precisamente el juguete. Uno roto en manos de otros que dispusieron a su antojo de su vida.

-¡Uf! Cambiemos de tema que esto suena tristísimo… A ver, ¿qué te compro? ¿Necesitas algo?

-Un libro, por ejemplo.

-¿Y alguno en concreto?

-Pues sí, mira. Podrías localizarme El negro que tenía el alma blanca… No sé por qué pero, ahora mismito, se me acaba de antojar...

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios