Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

¡Aquí se juega!

Obama se ha embarcado en una patética campaña para tratar de salvar los muebles de su desastroso legado

Qué escándalo! ¡Aquí se juega!". ¿Quién no recuerda la cínica salida del capitán Renault en la inmortal Casablanca? Me la ha traído a la cabeza el guirigay formado por el presunto o tal vez muy cierto intento de los servicios secretos rusos de influir en las elecciones americanas. ¡Qué escándalo! ¡Las agencias de Inteligencia fastidiando al enemigo! Ya no sé si el establishment progre es tan estúpido como parece o, simplemente, está tan creído de su autoconcedida superioridad moral que da por hecho que sólo él está legitimado para usar las armas de la política y de la guerra propagandística.

Roza lo cómico que alguien como Barack Obama, que no ha cesado de intervenir por medios ilícitos en la política interna de decenas de países, que ha desestabilizado regiones enteras del globo, que ha interferido en procesos tan delicados como el referéndum del Brexit o el de la falsa paz colombiano, se rasgue ahora las vestiduras porque desde Rusia o desde donde fuere se propalasen noticias en las redes que quebraron el monopolio de los grandes medios afectos sobre la información, la desinformación y la creación de opinión, sobre la propaganda en definitiva. Lo que revela la cólera de los medios dominantes y de sus socios políticos es la magnitud de su fracaso en la gran operación de maquillaje de Hillary Clinton, la costosísima cirugía de restauración del virgo político de uno de los personajes más corruptos e implacables de la escena pública americana para tratar de presentarla como esa gran dama de altos ideales que nos han vendido sin el menor pudor. Ese fracaso, y sus consecuencias sobre el poder de los medios, explica la rabia que en esta ocasión ha levantado la heterodoxia informativa en sectores ideológicos que, sin embargo, apadrinaron a un personaje tan dudoso como Julian Assange y jalearon su Wikileaks, hoy objeto de todas las condenas por su papel en el desenmascaramiento de la Clinton.

Obama, tan sobrevalorado en Europa, tras perder todas las batallas importantes dentro y fuera de su país, y tras la desaparición de una Hillary que no ha sido capaz de asumir su derrota con dignidad, se ha embarcado en una patética campaña para tratar de salvar los muebles de su desastroso legado. Que a un personaje del nivel de Trump le baste su cuenta de twitter para anularla ante sus votantes, nos muestra cuántas cosas están cambiando en el mundo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios