LLos domingos de elecciones te dan el jornal hecho (lo suele decir el maestro Antonio Burgos, que ahora pregona la Semana Santa de Sevilla, ná menos). Quiero decir que hoy hay que decir que hay que votar, en libertad, lo que más nos guste o menos nos desagrade. Es un día grande pero también un día normal. Estamos en la normalidad y la normalidad es que uno pueda ir a la Biblioteca Municipal a sacar un libro, porque hay dos bibliotecas, y que la oposición pueda ejercer de oposición sin que le peguen un tiro. Bendita sea La Isla, pues, que abre sus puertas para que vayamos a votar, con libertad, con libertad, con libertad. Digo que nadie nos mira cuando vamos a la cabina a coger la papeleta que queremos ni nos apuntan en la lista del tiro en la nuca. Después cada uno es cada uno y, cómo no, se acaba sabiendo todo, el que no vota a los andalucistas, el que no vota a los socialistas y el que no vota a los populares o a izquierda unida. Y el que los vota. Es la gran fiesta de la democracia, que vayamos libremente a votar y que nuestro voto sea sagrado porque es nuestra voluntad cívica, pacífica y democrática. Y nuestra representación.

Fin. Aquí podríamos cerrar el artículo sino fuera porque los tiros de Mondragón, el español muerto en Mondragón, ex concejal socialista, padre de tres hijos, marido, trabajador honrado, Isaías Carrasco, nos tiene desvelados desde el mediodía del viernes. ETA nos hace "reflexionar" otra vez más. Significa la disyuntiva, lo que nos queda, a quienes ellos decidan: independencia y nacionalsocialismo, o muerte. ¿Hay que llenar las urnas? No por esta tragedia, por definición. Para darnos un gobierno sólido, para cambiar la Ley Electoral, para avanzar, cambiar lo que sea necesario, renovar lo preciso. Y no volver a caer en las trampas del buenismo y el principio de lo mismo. Quien se sale queda fuera, y se queda fuera, no se le dé más vueltas.

Hoy es el Domingo del Pregón en todas las andalucías y además los colegios abren las puertas para que vayamos a construir el futuro que empieza enseguida. Es nuestra obligación, la humanidad ha sufrido mucho para conseguirlo. Hagamos que no haya sido en balde. Ni el hecho ni el propósito criminal que el viernes nos volvió a helar la sangre. Votemos. Votemos.