Línea de fondo

jesús Guerrero

La inteligencia emocional

NADAL perdió claramente contra Djokovic este fin de semana. El serbio sigue que se sale mientras Rafa continúa buscando las sensaciones de aquel imbatible que algún día fue. Tendencias dispares en dos de los mejores tenistas contemporáneos. Y dos ejemplos paradigmáticos de la importancia que tiene en un deportista de élite su momento emocional y las herramientas de cada cual para gestionarlo.

Djokovic siempre ha sido un gran tenista, pero tuvo que encontrar su equilibrio interior para mantener la concentración en los partidos y durante la temporada. El resultado demuestra que alcanzó el éxito en su búsqueda.

Nadal saboreaba las mieles del éxito con una preparación física formidable. Con gran capacidad de concentración en la pista durante horas, emanando garra y lucha, no tuvo recursos sin embargo para gestionar la crisis emocional que supuso para él la separación de sus padres y comenzó una etapa de irregularidades, frustraciones, e incluso lesiones. Ahora parece que afronta este año quitándose presión, más relajado y con ganas de disfrutar más que de batir récords. Otra búsqueda del punto de equilibrio.

La inteligencia emocional está cada vez más presente en el deporte de élite y los mejores coach ya no se limitan a exprimir el rendimiento físico del cuerpo humano, sino que trabajan en la mentalización como un pilar más para estructurar una carrera deportiva.

En los deportes de equipo la cosa se complica. En el fútbol no pasamos del mantra del partido a partido de Simeone o de las canciones de Guardiola, ambas experiencias exitosas por otra parte. Desconozco si en el Cádiz, por ejemplo, se trabajan estos aspectos, pero me extraña cuando se han vivido episodios como el de Cases hace unos años, atenazado por la presión de Carranza en las eliminatorias. Y en estos detalles también se juega un ascenso.

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