TENGO que reconocer que me ha costado decidirme. Las redes sociales han conquistado la comunicación provocando una revolución en la forma de comunicarse. Hoy Facebook y otras forman una gran familia entre amigos que quieren comunicarse y compartir anécdotas, viejas convivencias y pequeñas historias vividas. En definitiva, hoy, la comunicación pasa forzosamente por el espacio que ocupan las redes sociales. Y les confieso que me ha costado tiempo decidirme a engancharme al mundo de la comunicación compartida, hasta que, empujado por una decisión espontánea y conjunta con algunos amigos, di el paso. Y en verdad que me gusta y hasta creo que es necesario apuntarse a la red moderna de las comunicaciones. Y resulta que cuando se anuncian algunas ideas, hay un seguimiento compartido de aprobación que dice "me gusta". Y esto me ha dado una idea para este artículo.

Hoy convierto a mi ciudad en una red social como Facebook, que comunica al resto de los ciudadanos con la Bahía. Mi ciudad, ideal para vivir, y que conserva intacta muchos recursos naturales que esperan que alguien los saque a la luz; y opino sobre cosas que me gusta y otras que no me gustan. Y estas opiniones las puedo compartir con mis lectores. Y tengo que decir que me gusta la recuperación del Real Carenero, un patrimonio para mi ciudad. Y me gusta el ciclo de conferencias que ha diseñado la Academia de San Romualdo de La Isla. Y me gusta que se esté realizando el soterramiento del cableado de la calle Real. También me gusta la propuesta de los socialistas de convertir los terrenos de La Magdalena en un gran parque que conlleva la urbanización de la Feria, una realidad que puede ver la luz y que los caseteros llevan pidiendo muchos años. Y me gusta la propuesta de reestructurar organismos autónomos de nuestro ayuntamiento. Y me gustaría que se llegara a un acuerdo de los tres partidos para aprobar unos presupuestos de transición. Y me gusta el congreso de los belenistas, prestigio artesano para nuestra ciudad. Igualmente me gusta la inauguración del curso cofrade, primero del nuevo presidente del Consejo.

Pero también hay cosas que no me gustan y las redes sociales también se hacen eco de las mismas. Y no me gusta que la ocupación hotelera de mi ciudad haya descendido en el año del Bicentenario, un indicador de que seguimos haciendo las cosas mirando lo local. Y no me gusta que el gobierno local quiera sacar a la carrera unos presupuestos después de tres años declarándolos innecesarios. Y no me gusta que el centro de interpretación se quede ahora cerrado por falta de personal. Y no me gusta pasar por la plaza del Rey y mirar para nuestro olvidado Ayuntamiento y ver su lamentable estado de abandono. Y no me gusta que Loaiza diga ahora que hay que empezar a gobernar para el ciudadano sin explicar qué han estado haciendo los tres años que han estado gobernando. Y no me gusta el estado de abandono que tiene la comercial calle Rosario, quizás los 30 millones de euros de los fondos estatales no han sido suficientes. Tampoco me gusta el endeudamiento de los ayuntamientos, algunos de mucha gravedad, que han hipotecado inversiones futuras. No me ha gustado que Chiclana haya celebrado el ciclo de conferencias de la libertad de expresión, y nuestra ciudad…. Y no me gusta, y creo que a los ciudadanos tampoco, que no sepamos nada del robo de la caja municipal después del tiempo que ha pasado.

Y podría continuar conectado a la gran red social de nuestra ciudad, observando cosas y causas que no pueden gustar ni continuar en su actual estado. Y también muchas otras que pueden gustar. Son cosas de una ciudad, la mía, que me gusta y que me gustaría en otra situación. Pero mi ciudad, con un gobierno en minoría y en soledad, tiene futuro y tiene que comunicar otro mensaje., Uno lleno de futuro y esperanza.

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