UN gesto

Vuelven a amenazarnos con el fuego eterno de otras elecciones.- ¿Otras elecciones? Bienvenidas sean

Han salido a pedir 'un gesto' de la Abogacía del Estado. Como primera respuesta a la sentencia del Tribunal Europeo sobre la inmunidad del líder preso de Izquierda Republicana de Cataluña. Hay que conseguir cosas al mismo tiempo que se tira con todo. Es que ya muchos piensan que la Fiscalía está a las órdenes del Gobierno, y ahora que la Abogacía del Estado es la Abogacía del Gobierno. Vale todo y cuanto más daño se haga a las instituciones del Reino de España, mejor que mejor. Y todo en esta agonía de un hombre en la sombra que aspira a presidir el gobierno del Reino de España con estos y los otros, como si fuera una heredad cubierta de sal. El gesto que esperan los republicanos no es un gesto torcido de la Abogacía del Estado, o sea, del Gobierno en funciones, no cabe la menor duda. Ni torcer el gesto, ni hacer gestos, ni poner gestos. Finalmente se le llama gesto a que alguien anule el proceso del Tribunal Supremo que calificó de sedición y malversación los sucesos que vimos en directo en la televisión en los que el fugado Puigdemont y otros declaraban la República catalana y rompían la Constitución vigente de un modo completamente ilegal. Aunque al día siguiente se fueran corriendo en un coche camuflado a Bélgica, que nos la tiene jurada desde el duque de Alba.

Para hoy se espera el gesto, nos dicen. O sea, que la Abogacía del Estado les dé la ganzúa con la que abrir la caja fuerte de la sentencia del Tribunal Supremo y seguir tirando con todo. El Tribunal Supremo, digo. Y a un Pedro Sánchez que quiere llegar al poder aupado por todos estos y los que están más callados que nunca porque esperan hablar a través del Boletín Oficial del Estado en cuanto sea investido Pedro Sánchez. Es que necesitamos ya un gobierno, es algo urgente, nos dicen continuamente. Como si el gobierno que necesita España fuera el gobierno que depende de un gesto de la Abogacía del Estado a los separatistas como el que exigen melifluos los portavoces con acento catalán que viven en los telediarios. Me recuerda todo esto la meta de algunos maratones en los que los corredores llegan que les tienen que poner oxígeno. ¿Así Sánchez? Todo esto para que algún día un nuevo Ortega y Gasset clame ¡Qué error, qué inmenso error! Cuando sea tarde, sobre todo. Y vuelven a amenazarnos con el fuego eterno de otras elecciones. ¿Otras elecciones? Pues sean bienvenidas, sería un verdadero gesto a la Nación que aún persiste, no a los restos del naufragio que será con algunos gestos.

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