Los accesos viarios y ferroviarios, a los que irá destinado el Fondo de Accesibilidad Portuaria que el Gobierno pretende constituir con el 50% de los beneficios anuales de las Autoridades Portuarias, no garantizan por sí solos la conectividad terrestre de un puerto.

Un ejemplo claro de lo anterior lo tenemos en el Puerto de Algeciras. La moderna terminal ferroviaria, de 750 metros de longitud, de Isla Verde Exterior, que la Autoridad Portuaria construyó hace unos años con una inversión cercana a los 8 millones de euros, tendrá que seguir esperando, para poder desarrollar toda su operatividad, a la mejora de la línea férrea Algeciras-Bobadilla que, por tratarse de una infraestructura que no es de uso exclusivo portuario, quedará fuera de la aplicación de dicho Fondo.

Solo una distribución equitativa y justa de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que contemple, de una vez, la mejora y electrificación de la línea Algeciras-Bobadilla, resolverá la conectividad ferroviaria de nuestro puerto. No me cansaré de denunciarlo. Mientras que el ramal costero del corredor Mediterráneo -el que discurre desde Tarragona hasta Sevilla, pasando por Valencia, Murcia, Almería, Granada y Antequera-, que es el que favorece a los grandes puertos de la cornisa mediterránea, ha recibido en los PGE de 2012, 2013 y 2014 asignaciones presupuestarias por un importe total de 3.363 millones de euros, el ramal central de ese mismo corredor Mediterráneo -el que discurre desde Tarragona hasta Algeciras, pasando por Zaragoza, Madrid, Córdoba y Bobadilla-, que es el que afecta al puerto de Algeciras y a otros puertos andaluces, solo ha recibido, en esos mismos Presupuestos, 65 millones de euros, de los que hasta la fecha no se ha invertido ni uno sólo.

En materia de accesos viarios tampoco será el nuevo Fondo la mejor solución para nuestro puerto. Los accesos norte y sur a Algeciras, el acceso a Campamento o el acceso al puerto de Tarifa, olvidados año tras año en los PGE, se podrán acometer ahora con fondos propios de la Autoridad Portuaria, como ya se ha apresurado a anunciar públicamente algún representante del Gobierno. Pero lo que nadie dice es que se tratará de fondos que ya no estarán disponibles para otras obras estrictamente portuarias, como la ampliación de Isla Verde o la del Puerto de Tarifa u otras obras de mejora de las actuales infraestructuras portuarias, cosa que no ocurrirá en otros puertos en los que Fomento sí haya ejecutado los accesos con cargo a los PGE.

Estas son las razones por las cuales el Consejo de Administración de la APBA ha pedido que, antes de que se constituya el nuevo Fondo, se analicen los desequilibrios existentes entre unos puertos y otros en materia de conectividad terrestre y se corrijan mediante una distribución más justa y equitativa de los PGE.