SE decía en Cádiz que el Trofeo Carranza marcaba el final de las vacaciones. Al menos en el fútbol, debería ser así. El viernes y el sábado se podrá empezar a ver el Cádiz de esta temporada. Y ya sólo faltan 11 días para que debute en la competición oficial en Almería. Tras el ascenso, que se consiguió el 26 de junio, ha dado la sensación de que todavía estamos en las celebraciones, en el pacto de Vizcaíno y Pina, y en una transición de la plantilla. En los partidos de pretemporada no se ha visto nada significativo. Ni siquiera se sabe si el Cádiz jugará habitualmente con un 4-4-2, como parece, a tenor de los fichajes.

Algunos jugadores, como Ortuño, Abdullah y Rubén Cruz, empiezan a entrenar hoy. Otros todavía están por llegar, pues parece indudable que el equipo se debería reforzar más en algunas posiciones. Sobre todo se echa en falta un centrocampista creativo, con jerarquía para Segunda, donde hay futbolistas en esa posición con nivel incluso de Primera. Esto no es la Segunda B. También convendría tener un central con más nivel que algunos de los que se han quedado. Y, por supuesto, la Operación Salida está atascada. Así que queda bastante por resolver.

Parece que se ha dado prioridad a los delanteros. Tras fichar a Santamaría, Ortuño y Rubén Cruz, además de quedarse Güiza, lo normal es que se juegue con dos puntas. Al Cádiz., en las dos últimas temporadas, le ha ido bien cuando funcionó y le fue mal cuando dejó de funcionar. Primero con Jona y Airam, a los que utilizaba Claudio, a veces alternando con Juan Villar. En la pasada temporada, los mejores momentos coincidieron con los pocos partidos en que Dani Güiza y Lolo Plá estuvieron a su mejor registro goleador, antes de que Lolo entrara en una fase de sequía y Güiza se lesionara.

Santamaría es una promesa, que se juega aquí su futuro en el Athletic de Bilbao. Rubén Cruz parece que viene como suplente, aunque para entrar y marcar goles, como hizo en muchos partidos del Albacete, aprovechando su experiencia en la categoría. Ortuño también llega cedido desde Primera, en su caso por Las Palmas, que no le ha dado la carta de libertad. Algunos ya le han criticado antes de debutar. Por supuesto, no es Luis Suárez el de la Bota de Oro, pero sí un delantero de 25 años, que ya ha mostrado un nivel alto en esta categoría. Por eso, lo pretendían varios equipos con aspiraciones de ascenso. Por supuesto, en estos momentos, es mucho mejor que Despotovic, al que algunos le han tomado cariño.

En cuanto a la cantera, no es que no funcione, sino que no se aprovecha. En los últimos años, han salido tres centrales de nivel, ninguno de los cuales triunfó aquí. Diego González ya ha debutado en Primera con el Sevilla, y Sampaoli le está dando minutos. Jaime Sánchez ha sido internacional de categorías inferiores y titular en el Castilla. Pepe Castaño, que se fue a Villarreal, ya está jugando con la selección española sub 20. Así que el problema no es la cantera, sino que los mejores se fueron antes de tiempo, y que había unos entrenadores matracas que no les daban oportunidades ni los cuidaban.

Confíemos en que se haya aprendido también a rectificar y evitar esos errores del pasado.