Dirigiéndose "a la gente decente que peina canas" y "lucharon por la democracia en España", Pablo Iglesias, en un mitin, les pidió "que no permitan que entren en Madrid los que les desprecian, los que reivindican la dictadura y piensan que el fascismo es el lado bueno de la Historia". Añadiendo: "En este país la libertad no la trajeron los siete ministros de la dictadura que fundaron el Partido Popular, sino los sindicalistas y gente decente que se jugó la vida, que lo hicieron todo para traernos a este país con valentía y firmeza las libertades de las que hoy disfrutamos y que algunos nos quieren arrebatar".
Mal asunto es dividir a los españoles en decentes e indecentes. Recuerda al franquismo dividiéndolos en "personas de orden" y elementos "subversivos", "disolventes" o "de ideas". Que yo sepa ningún partido desprecia a nadie, salvo tal vez precisamente Unidas Podemos, tan dado a descalificaciones no sólo de sus contrincantes políticos, sino de sus votantes, de quienes viven en determinados barrios, pertenecen a una determinada clase y tienen determinadas ideas o valores. Tampoco he oído a ningún partido reivindicar una dictadura, salvo Unidas Podemos si esta es de izquierdas. Nadie quiere arrebatarnos nuestras libertades y ningún partido reivindica el fascismo. Se refería Iglesias a la frase de Ayuso "cuando te llaman fascista es que estás en el lado bueno de la historia", tan desafortunada como muchas de las suyas: pero no reivindicaba el fascismo como ideología, se refería al uso abusivo y ahistórico de la palabra fascista con el que la izquierda radical y el neoprogrerío descalifican a cuantos discrepan.
Más grave, porque falsea la historia, es lo que dijo a continuación. Porque la libertad la trajeron a España tanto "los sindicalistas y gente decente que se jugó la vida" como esos "siete ministros de la dictadura que fundaron el Partido Popular", tanto el Rey como Suárez, Fraga, Carrillo o González. Y, sobre todo, la inmensa mayoría de los españoles cuya voluntad de transición en paz supieron interpretar estos políticos. En las primeras elecciones constitucionales 6.258. 593 españoles votaron a la UCD centrista del ex falangista Suárez y 5.469.813 al PSOE socialdemócrata de González, mientras que solo 1.938.487 votaron al PCE de Carrillo y 1.088.578 a la CD de Fraga. Esa fue la voluntad de los españoles, señor Iglesias. No falsee la historia.
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