El espejo del alma

Siempre he visto en la cara de Cospedal la cara de una persona a la que no compraría un coche de segunda mano

Cuando decimos que la cara es el espejo del alma ¿qué decimos? Conviene pensarlo. Cae desde las cumbres del tiempo, si el tiempo es a la postre un cúmulo de experiencias, memoria y convicciones, una intuición verbalizada. Esto es, España ha puesto en palabras la explicación de la conducta humana: la cara es el espejo del alma. Es todo un hallazgo, ponemos tres dimensiones a un misterio y una incógnita. El alma, que es lo inmortal, "aliento" de Dios en definitiva, se "manifiesta" en el tallado de la cara por el tiempo y sus vicisitudes. En su fundamento hay que recordar que la cara es casi siempre, salvo para consumados simuladores, la expresión de nuestros sentimientos. La alegría, la tristeza, el dolor, el desengaño, la desesperanza… se "reflejan" en nuestras caras. Si severos, la cara lo dice; si indulgentes, la cara lo expresa. Por eso miramos con mucha atención algunas caras para intentar descubrir sus secretos.

En ocasiones no sabríamos explicarlo pero algunas caras extraen de nuestra mente conclusiones que, naturalmente, no podríamos explicar ni demostrar. Me pasó con Cristina Cifuentes. Siempre le veía cara de culpable, mucho antes de que llegara el infame vídeo del robo de unos cosméticos en una gran superficie. A personas cercanas se lo decía: tiene cara de culpable. Pero no del robo que desconocía, en general. Cara de culpable. Y protestaban, eso no lo puedes decir así como así. Me pasa también con algunos clérigos que naturalmente no diré: tienen cara de no creer en Dios. Es que, en general, veo en las caras de muchos a quienes creen en Dios y a quienes no creen. Porque siempre estoy buscando a Dios, en las personas y en las cosas, debe ser eso. Pero bueno, digo ahora que siempre he visto en la cara de Dolores de Cospedal la cara de una persona a la que no le compraría un coche de segunda mano. ¿Porque no mira a la gente, no mira a las cámaras, no mira en general, oculta lo que mira? Era algo. Y llega el incalificable Villarejo y nos da unas grabaciones tremendas en las que esa señora que acaba de dimitir de casi todo trama cosas inconcebibles y perfectamente coherentes con su cara, lo que yo veía en su cara. ¿El espejo de su alma? Va bueno el puente de mando del Partido Popular de Mariano Rajoy. ¿Por eso bizqueaba el presidente gallego? No está España para bromas. Sobre todo después de haber visto la cara del Carnicero de Mondragón en Alsasua y su gestualidad de mariscal borroka. Da miedo todo esto, el conjunto de caras de España que reflejan su alma.

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