Son muchos los vecinos de distintos barrios, al menos de la capital, que han sacado a sus ventanas y balcones sus banderas de España tras guardarlas en sus trasteros desde la final de la famosa Eurocopa de 2012. Gaditanos de Bahía Blanca o del Paseo Marítimo son algunos de los que han vuelto a ondear sus enseñas rojigualdas como muestra de un españolismo que parece que luce tan sólo a ratos. A la vista del 1-O, España tiembla ante la incertidumbre de una semana que se inició plagada de incógnitas políticas. El sentimiento catalanista ha provocado un españolismo, para muchos desconocidos, y que, si todo marcha como dicta la Constitución, pronto volverá a encajonarse hasta los próximos mundiales o para la siguiente Eurocopa. Hasta el 1-O queda poco menos de una semana en la que todo suena a nuevo en un país que ha luchado contra ETA y contra Tejero, y que ahora parece no saber cómo hacerse con la situación. A ver qué pasa.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios